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Se inicia la lucha por el Parlamento vasco

En las primeras horas del día 26 de octubre, conocido ya el resultado del referéndum, el desarrollo efectivo y progresista del Estatuto de Guernica, la lucha por el Parlamento Vasco y la posible solución al tema de la violencia, eran los aspectos que más preocupaban a los partidos del sí. Carlos Garaikoetxea afirmaba días antes del referéndum que lo que más le preocupaba no era el día 25 de octubre, sino «los doce meses de dura negociación que se inician a partir del día 26 para lograr el desarrollo efectivo y progresivo del Estatuto de Guernica». En la madrugada de ayer, en el centro de recepción de datos, instalado en el pabellón de los deportes de Bilbao, el lendakari repetía la frase.

A su lado, asentía su compañero de partido y de negociación, Xabier Arzallus, quien comentó al respecto: «Creo que el trabajo más desagradable está hecho. No obstante, el Estatuto, en la etapa de desarrollo y de negociación práctica, puede deparar sorpresas. Una de ellas es la forma en que podemos responder nosotros y hasta qué punto seremos capaces las fuerzas vascas de mantener una acción conjuntada, competente, para lograr con la rapidez que exige el ver los primeros resultados prácticos del Estatuto. Está, de otra parte, la actitud del Gobierno de UCD, que debe ser leal y no cicatera, que debe estar basada en una lectura «generosa» de la letra del Estatuto. Hasta ahora hemos mantenido frente a Madrid una actitud racional y conciliadora, pero si se nos hacen trampas, si se nos rebajan las cotas de autogobierno alcanzadas en el Estatuto, nuestro comportamiento será bien distinto».Para el socialista Txiki Benegas, la «renegociación» en la práctica del Estatuto que ahora debe iniciarse con el Gobierno, no puede plantearse como una nueva pugna, que genere nuevas tensiones, sino enfocarse a la consecución de un desarrollo rápido del Estatuto.

Sitúa Mario Onaindía, de Euskadiko Ezkerra, en los partidos de izquierda la responsabilidad de lograr que el Estatuto de Guernica tenga un desarrollo efectivo y completo. «Vamos a llevar a cabo una serie de conferencias nacionales de Euskadiko Ezkerra para el desarrollo progresista del Estatuto (referidas al tratamiento que el Estatuto da a temas como Educación-enseñanza, lengua, sindicalismo, Sanidad y Seguridad Social). Esta organización por la base en torno a un programa político mucho más desarrollado, es lo único que puede servir de eje para que el Estatuto pueda ser utilizado en beneficio de los trabajadores. »

Para Roberto Lertxurndi, secretario general del PC de Euskadi, es necesario exigir al Gobierno para que el Estatuto no quede en «papel mojado». «No se debe esperar», afirma, «a que el Parlamento vasco esté constituido para negociar las competencias. El pueblo que ha votado el Estatuto necesita ver rápidamente los efectos de su apoyo al mismo. »

En base al nuevo marco político que se abre con el Estatuto, considera Lertxundi que la izquierda debe reflexionar para llegar a unos acuerdos que hagan posible la concreción de una alternativa propia frente a la derecha nacional que encarna el PNV. «Ojalá», declaró, «estos acuerdos hagan incluso posible una alternativa electoral. »

Esa «aIternativa electoral» a la que se refiere Roberto, se concreta en la formación de un frente de izquierdas para el Parlamento vasco que, públicamente, ha propuesto semanas atrás el PC de Euskadi. Los posibles aliados en esta alternativa serían el PC de Euskadi y el PSOE, que, por diversos motivos, se muestran muy reticentes ante el proyecto.

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ETA y la amnistía

La crónica del primer día tras la aprobación del Estatuto está repleta de declaraciones en torno a la violencia y la amnistía, dos temas que preocupan a todo el abanico de fuerzas pro Estatuto; dos temas que pueden afectar decisivamente el desarrollo efectivo del mismo.

Cuando Carlos Garaikoetxea, una vez conocidos los resultados finales del referéndum, saludaba, dedos en forma de «uve», a los miles de personas reunidas en el palco del pabellón de los deportes de Bilbao, se repitieron insistentemente entre el público los gritos «Presoak Kalera» («Presos a la calle ») y «Con el Estatuto, los presos a casa», consignas que ha utilizado Euskadiko Ezkerra durante la campaña.

Momentos antes, ante los medios informativos, Mario Onaindía, de Euskadiko Ezkerra, había planteado como objetivos básicos de su coalición tras el referéndum, la aceleración del proceso de incorporación de Navarra a la comunidad vasca y la amnistía: «Esos presos que están en la cárcel», dijo, «también han hecho posible este Estatuto.» Sin embargo, luego matizaría a una periodista francesa su posición en torno a este tema. «La amnistía debe producirse por las dos partes. »

«A título personal», diría luego al respecto Carlos Garaikoetxea, «y como presidente de un partido que ha expuesto ya su postura, tengo que decir que una medida de gracia será considerada en tanto en cuenta se establezca un abandono de los métodos violentos, y en la medida en que los que los protagonizan acepten las vías políticas Entonces propiciaremos esa gran reconciliación que necesita nuestro pueblo.»

El «papel de malo» en el tema de la amnistía lo asume en el País Vasco el PSOE. «En este país lo bonito y lúcido es reclamar amnistía, pero hay que ser realistas y por ello, aun aceptando el papel de «malos», nos vemos obligados a decir que, mientras no callen las metralletas, no entraremos a considerar el tema. No deja de ser una contradicción clarísima», afirma Benegas, «que una organización militar como ETA declare la guerra a un Estado y al mismo tiempo pida la amnistía. Las amnistías no son producto de guerra, sino de paz. ETA debe dar el primer paso. No obstante considero que todo intento de convencer a ETA por medio del diálogo para que abandone la lucha armada y se incorpore a la lucha democrática es saludable y debe intentarse.»

Cree Xabier Arzallus que la iniciativa concreta para este diálogo «debe hacerla un Gobierno que tenga autoridad para realizarla». «Creo», añadió, «que, como ha dicho Carlos Garaikoetxea, no se puede hablar de diálogo si no existe una postura de reconciliación por ambas partes. Hay que salir de la situación en que nos encontramos. Con dialogar nunca se pierde nada.»

Próximo objetivo: el Parlamento vasco

Cuando la resaca del referéndum comienza a disiparse, la atención de los políticos se centra ya en la próxima batalla política: el Parlamento vasco. En la madrugada del 26 de octubre se hablaba del tema, aunque con cierta cautela por parte de casi todas las fuerzas políticas vascas, que se preocupan ya de redactar en borradores listas de candidatos. Este, por ejemplo, es el caso del PNV, que en las elecciones al Parlamento desea consolidar la hegemonía recuperada en las elecciones del 1 de marzo. En caso de lograr una mayoría absoluta en el órgano legislativo asco, el Partido Nacionalista Vasco no desdeñará, a lo que parece, el reto de formar un Gobierno monocolor.

Así podían interpretarse las palabras de Xabier Arzallus cuando votaba en la mañana del día 25. « Si tuviéramos un respaldo seguro en el Parlamento, ¿por qué no íbamos a ir a un Gobierno en solitario? El Gobierno del año 1936 era un Gobierno de guerra. De todas formas me parece prematuro hablar de este tema en tanto mi partido no se posicione. Creo que hay que estu diar todas las posibilidades. »

El PSOE, indiferente

A diferencia de Euskadiko Ezkerra y el Partido Comunista de Euskadi, que se muestran esperan zados en formar parte del Gobier no vasco, al PSOE de Euskadi pa rece no preocuparle demasiado e tema. Txiki Benegas, su secretario general, estaba ayer más preocupado por el congreso que a nivel deEuskadi celebra su partido dentro de quince días. «Tendremos», dijo «graves problemas por resolver entre ellos, la orientación de nuestra política, la reorganización interna y la búsqueda de una solución adecuada al tema de Navarra. »

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