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Estrictas condiciones para las nuevas centrales nucleares norteamericanas

La comisión nombrada por el presidente Jimmy Carter para investigar el accidente ocurrido en la central nuclear de Harrisburg recomendará que no se concedan licencias ni se autorice el funcionamiento de nuevas plantas atómicas hasta que los correspondientes planes de emergencia hayan sido aprobados por las autoridades locales y estatales.

El informe redactado por la comisión presidencial será entregado en la Casa Blanca la semana que viene, pero el diario New York Times reveló ayer algunas de las conclusiones a las que han llegado los miembros de la comisión, tras seis meses de investigaciones.Según informó anteriormente el Times y confirmó de nuevo ayer, la comisión presidencial votó el pasado sábado a favor de una moratoria en la construcción de plantas nucleares. Pero un día después se efectuó una nueva votación, y el presidente de la comisión, John Kemeny, cambió su voto, impidiendo así que se aprobara la recomendación a Carter de una moratoria nuclear.

Sin embargo, la comisión aprobó otra recomendación en la que se condiciona el permiso de funcionamiento y la licencia de construcción de centrales atómicas a la aprobación previa de los planes de emergencia, estudiados caso por caso. En la actualidad hay plantas nucleares funcionando en, catorce estados norteamericanos que no han aprobado los planes de emergencia.

El informe final de la comisión Kemeny contiene, al parecer, críticas muy duras para la compañía eléctrica propietaria de la central de Harrisburg, donde se produjo a finales de marzo el más grave accidente de la historia de la energía nuclear.

Proliferación nuclear

Mientras se espera la publicación oficial del informe, en el que se recomendará también que las licencias de funcionamiento sean revisadas periódicamente de acuerdo con las garantías de seguridad y el modo de actuación de las empresas propietarias, otro informe redactado para la Casa Blanca por dos expertos indicaba que la Administración Carter está suavizando su política antiproliferación.De acuerdo con este informe, revelado también ayer por el Times, la enérgica política de control de las exportaciones de uranio y de tecnología nuclear que estableciera Carter en 1977 ha sufrido un cambio significativo en los últimos meses. Los dos especialistas, ambos profesores universitarios, dicen que tras este cambio se posibilita el acceso rápido a materiales nucleares de aquellos países que no son miembros del Club Atómico o que no ofrecen las garantías de control suficientes.

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Estados Unidos -añade el documento- ha suavizado su antes rotunda oposición al empleo de plutonio como combustible en los reactores nucleares rápidos. Según los dos expertos, Japón ha enviado uranio comprado en Norteamérica a Gran Bretaña para que sea re procesado, lo que hace posible la obtención de plutonio. El plutonio es un elemento esencial para la bomba atómica, y se produce en los llamados reactores Breeder, a los que se opuso la Administración Carter, pero que, están siendo desarrollados por Francia y la República Federal de Alemania.

La nueva política norteamericana en materia nuclear, concluyen los autores del informe destinado al presidente Carter, se basa en que los países industrializados pueden tener acceso al plutonio u otros elementos atómicos imprescindibles para la creación de armas nucleares, pero este acceso se niega rotundamente a los países en vías de desarrollo o a los no industrializados.

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