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Madrid tendrá policías municipales de barrio antes de un año

El Ayuntamiento de Madrid creará en un plazo inferior a un año la figura del policía municipal de barrio. Para ello tiene el proyecto de ampliar el cuerpo en 1.500 puestos en los próximos tres años, de los que los primeros 523 han salido ya a concurso. El nuevo policía de barrio unirá a sus funciones naturales de vigilancia las de información, orientación y ayuda al vecino.

Por otra parte, la Delegación de Seguridad ultima los detalles para la vuelta de los serenos, cuyos primeros 360 miembros iniciarán sus funciones como tales antes del 31 de diciembre próximo. Al mismo tiempo, empezarán a circular las primeras patrullas nocturnas motorizadas, con agentes especializados, en apoyo a los vigilantes nocturnos de a pie.«El proyecto es, sin duda, modesto», señaló el responsable de Seguridad y Policía Municipal, José Barrionuevo, «teniendo en cuenta, por ejemplo, que una ciudad como Londres tiene un bobby por cada 2.000 habitantes, pero por algo hay que empezar. El gobierno municipal de izquierdas quiere cambiar el concepto de seguridad ciudadana en lo que le atañe como tal policía municipal y que, en síntesis, supone mayor vigilancia y mayor lucha contra la pequeña dellíncuencia, en colaboración con la Policía Nacional y la gubernativa. Para ello, es imprescindible la creación de la Policía Municipal de barrio.»

El primer problema planteado a la hora de la creación de esta policía de barrio es la falta de dotación humana de la Policía Municipal: 3.500 hombres en total, para cubrir funciones de todo tipo, entre ellas, circulación, vigilancia en los mercados, parques, edificios oficiales, administración, etcétera. El propio Barrionuevo explica que, teniendo en cuenta los permisos, días libres, absentismo normal y otros destinos municipales, cada día la ciudad cuenta con algo menos de 2.500 hombres para cubrir tres turnos de ocho horas. « Por ello no es extraño», añade, «que distritos como Vallecas puedan contar diariamente con sólo cuatro o cinco funcionarios para ejercer funciones de policía de barrio. Y eso es completamente insuficiente.»

Para evitarlo, se han tomado dos medidas: Una, desde el 1 de enero, todos los policías municipales que trabajan para la Administración de una u otra manera, serán recuperados para el servicio activo. Y dos, se ha convocado ya la primera de las ampliaciones del cuerpo, con 523 nuevas plazas, de ellas, veintitrés mujeres. Es deseo de la Corporación municipal llegar a la cifra de 5.000 policías en tres años.

Al concurso se han presentado más de 3.000 personas, por lo que el responsable de Seguridad afirma que, con una proporción de seis a uno es posible poder disponer de esos 523 policías con una edad adecuada -«la edad media del cuerpo es bastante alta», señala- y perfectamente entrenados para integrar el primer núcleo de policías de barrio. A estos policías se unirían aquellos otros ya en el cuerpo en condiciones de poder desempeñar esta función.

Aunque el proyecto está aún en ciernes y no se sabe el número de hombres que se destinaría a esta actividad, los nuevos policías de barrio tendrían, fundamentalmente, la misión de patrullar a pie todos los barrios de Madrid, «con lo que se conseguiría no sólo la presencia de mayor número de policías en la calle, que sería de por sí un factor disuasorio contra la pequeña delincuencia, que no por ser la menos peligrosa es la más molesta para el ciudadano; sino que el ciudadano, el vecino, tendría en estos policías una nueva forma de auxilio, de orientación y de prevención».

Para José Barrionuevo, el primer eslabón de la seguridad ciudadana debe de ser la Policía Municipal, no como fuerza de choque en sí, «que para eso está la policía gubernativa, sino como una forma de prevención y de lucha contra esa pequeña delincuencia a la que me refería. Esa policía de barrio sería además una red de informadores cualificados, porque al patrullar siempre las mismas calles de los mismos barrios, detectarían la presencia de elementos extraños en los mismos. Este es el secreto del buen funcionamiento de la policía londinense, cuyo esquema hemos estudiado para la implantación de la policía madrileña, aunque, por razones obvias, no sea posible copiarla».

Los policías de barrio irán armados, dotados de aparatos transmisores individuales (walkie-talkies) y estarán en conexión permanente con las policías gubernativas.

Los serenos, para Navidad

En el mismo contexto sitúa Barrionuevo la vuelta de los serenos a las calles de Madrid, que se producirá antes del 31 de diciembre. «Forma parte de la misma filosofía», indica. «Nadie se crea que los serenos volverán a tener las mismas funciones que antes. Formarán parte de la Policía Municipal y sus misiones serán fundamentalmente las de vigilancia y disuasión. Irán armados, casi con toda seguridad, y con aparatos transmisores-receptores. Y estarán perfectamente entrenados para la misión que se les ha encomendado, siempre en contacto con la Policía Municipal y la Policía Nacional. »En principio habrá, al menos, veinte serenos por cada distrito, en patrulla de a dos. Esto es, un mínimo de 360 serenos en toda la ciudad, aunque puede haber más hombres en aquellos distritos que los necesiten por su extensión o la intensidad de la vigilancia. No serán pagados directamente por el pueblo de Madrid, como se pretendía en la anterior ordenanza, sino que, al integrarse en el cuerpo de la Policía Municipal, serán pagados por los madrileños indirectamente, a través de los impuestos.

Además de los veinte serenos, en cada distrito habrá al menos un coche-patrulla de la Policía Municipal, que recorrerá continuamente el distrito. Su función será la de apoyo a las patrullas de a pie y a ellas estará conectado a través de los transmisores -receptores, al mismo tiempo que a la Policía Nacional.

En principio, los serenos saldrán del cuerpo de vigilantes nocturnos que mantiene el Ayuntamiento, con cargo a la Policía Municipal, que actualmente es de ochocientos hombres, provenientes de los antiguos serenos. Los coches-patrulla y sus hombres saldrán de una brigada especial de la misma Policía Municipal, de 35 hombres, que actualmente cuida la seguridad nocturna de Madrid, junto a otros cuerpos y policías. Esta última brigada se multiplicará por tres, tanto en hombres como en material.

Todos los hombres citados están recibiendo ya cursos especiales de entrenamiento. Y, en concreto, sesenta policías que formarán parte de estas patrullas especiales se entrenan a diario en un gimnasio de San Blas. Estos hombres, especie de harrelsons madrileños, serán los que actúen directamente en situaciones comprometidas, siempre en contacto con las comisarías de policía y la Brigada de Seguridad Ciudadana.

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