CCOO del Campo apoyará la reforma agraria
En el acto de clausura del II Congreso Extraordinario de Andalucía de la Federación del Campo de Comisiones Obreras, celebrado en Montilla, esta central ha hecho una oferta de unidad a plazo medio a la Federación de Trabajadores de la Tierra de la UGT para integrarse en un único sindicato de clase. Asimismo se planteó la actualidad de la bandera de la reforma agraria, que en opinión de CCOO es urgente para Andalucía. Marcelino Camacho, en el mitin de clausura que pronunció ante 1.700 asistentes, dijo que el país sostiene un censo de millón y medio de parados, con la amenaza de otros 500.000 más, entre juveniles y lo que él llamó «trabajadores desencantados». Señaló la necesidad de ir hacia una solución negociada de la crisis, que debería de permitir la creación de 300.000 puestos de trabajo para 1980 y la ampliación del seguro de desempleo a otros 400.000 trabajadores. Insistió en la necesidad de inversiones públicas que den vida a la pequeña y mediana empresa y señaló que para cumplir estos objetivos «debe irse a la unidad de la clase, a pesar del intento de hacernos aparecer como divididos».El congreso aprobó los estatutos de la Federación del Campo de Comisiones Obreras de Andalucía y la publicación de un decenario titulado Andalucía, Plaza del Pueblo, que se iniciará inmediatamente con una tirada de sólo mil ejemplares.
El tema de la reforma agraria, «el más notíciable, pero no el más importante tratado en este congreso», según un portavoz del mismo, ocupó a los delegados en el análisis de la tenencia de la tierra en Andalucía. Según sus estudios, el 38,2% de la superficie de Andalucía está ocupado por fincas de más de quinientas hectáreas, y del resto, el 25,4%, en fincas de entre cien y quinientas hectáreas. Más del 73% de la tierra está ocupada por explotaciones superiores a las cien hectáreas. Un total de 11.600 fincas está en un número menor de empresarios, porque es frecuente que varias explotaciones estén en unas solas manos. Por el contrario, el 36,4% pertenece a 400.000 explotaciones. Esta tenencia se modifica en cuanto a los regadíos, ya que el latifundio en ellos sólo abarca al 25%, ejemplo de una estructura más social, que contrasta con la de las tierras incultivadas dedicadas a monte, dehesa, bosque y matorral, donde el latifundio tiene su más clara expresión, ya que el 72% de las mismas están ocupadas por fincas de más de quinientas hectáreas. Por estos datos, por la falta de utilización racional de la mayoría de los regadíos, que se están dedicando a cultivos de cereales o girasol, Comisiones Obreras, según dijo el secretario general de su federación del campo, Antonio Romero, «saca a debate el tema de la reforma agraria, que no se agota aquí en el congreso, sino que asumimos el compromiso de llevarlo a todos los pueblos y comarcas de Andalucía, organizando reuniones, asambleas, mesas redondas y tratando de interesar en ella a otras fuerzas sindicales y políticas. No se trata de aportar este tema, que tantos ecos de enfrentamientos trae a la sociedad campesina andaluza, como un intento revanchista de los trabajadores, sino de un planteamiento fundamental de que Andalucía necesita una reforma agraria analizada seriamente y con rigor y no como un gesto de impaciencia o un salto en el vacío. De ahí el interés de Comisiones Obreras de concienciar a los trabajadores en ir aprovechando los instrumentos jurídicos que se van consiguiendo en el Parlamento, tales como la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, para que sirvan para llevar a cabo el conjunto de transformaciones estructurales que ha de realizarse poniendo en uso las grandes explotaciones abandonadas o mal cultivadas, para acabar con la vergüenza de ver en 1979 a los hombres en las plazas de los pueblos mirando con la misma angustia de siglos a tierras riquísimas abandonadas por la incapacidad, por la falta de iniciativa y por la incuria de quienes viven al final del siglo XX con la mentalidad de hace siglos.»
El congreso mostró su apoyo al Estatuto de Carmona como instrumento para la construcción nacional de Andalucía y pidió a los trabajadores andaluces de la emigración su aprobación a los estatutos vasco y catalán.
El mar Mediterráneo recibe anualmente unos 8.000 millones de toneladas de contaminantes, según un estudio presentado ante la asamblea parlamentaria de ordenación del territorio y poderes locales del Consejo de Europa, que se reúne en Valencia. Sólo en las costas de la capital valenciana vierten 8.200 industrias y unos 850.000 habitantes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.