Dolores Medio,
novelista asturiana que tuvo como trampolín literario el Nadal de 1951, con Nosotros, los Rivero, manifestó en Oviedo que «los concursos son un mundo ajeno a la literatura ». Dolores Medio evocó en su tierra natal, donde recibió la insignia de oro de la Sociedad Ovetense de Festejos, La tala del Carbayón, viejo roble totémico tutelar de la ciudad capital del antiguo reino, que cayó, víctima de la especulación, hace cien años. Con motivo del centenario del derribo de este árbol, de treinta metros de altura, que en sus tres siglos de existencia se convirtió en el símbolo de Oviedo, se convocó un concurso literario, ganado por el periodista ovetense Manuel Fernández Avello. Tres días después de la caída del popular roble hacía su aparición El Carbayón, «periódico de los intereses morales y materiales», que cerró el 18 de julio de -1936. Hoy, los términos ovetense y carbayón son sinónimos.«El Carbayón, nuestro pobre Carbayón», dijo, en Oviedo, Dolores Medio-, obstáculo que se les ponía al paso de su ímpetu renovador, fue derribado, y durante cierto tiempo, como los sabios, como los artistas y como los grandes hombres de todos los tiempos, tuvo su eclipse, pasó por su purgatorio de ingratitud y de olvido, hasta que de nuevo lo reclamamos los ovetenses como una institución de nuestra ciudad.»
