Cinco mineros muertos y otros tantos sin rescatar en una mina de León

Cinco mineros muertos y otros cinco desaparecidos, con muy remotas posibilidades de hallarse todavía con vida, es el balance de una explosión de grisú ocurrida a las ocho menos cuarto de la tarde del miércoles día 17, en la galería número trece del pozo María, perteneciente a la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada, en la localidad de Caboalles de Abajo, a unos cinco kilómetros de Villablino y sesenta de Ponferrada.

Según las primeras informaciones, la explosión provocó el derrumbamiento de la galería en la que trabajaban los diez mineros, situada a unos cien metros de profundidad. Los tres primeros cadáveres pudieron ser rescatados a las dos de la madrugada de ayer; el cuarto, a las dos de la tarde, y el quinto, a las siete menos cuarto. Los tres primeros aparecieron con quemaduras en las ropas y en diversas partes del cuerpo, en tanto que el último presentaba únicamente signos de haber muerto por asfixia.Estos han sido identificados como Manuel Gómez Díaz, de veintiún años, soltero, enganchador; Basilio Uría Cangas, de 31 años, casado, con un hijo, maquinista; Adolfo Real Suárez, 32 años, casado, con dos hijos, barrenista, y Arselín Fernández Díez, de 44 años, casado, con cuatro hijos, vigilante. El resto de las víctimas son: Otilio Alvarez Fernández, de 48 años, casado, con un hijo, posteador; Antonio Restrepo Vios, de veintisiete años, soltero; picador; Manuel González Acebo, casado, con tres hijos, también picador; Emilio Pinillas Alvarez, ayudante minero, casado, con un hijo; Alfredo Prieto Suárez, soltero, de diecinueve años, ayudante minero, y José Ouriaño Díaz, también ayudante minero, de veintinueve años.

Nadie pudo salir de la galería

Ninguno de los trabajadores que se encontraban en la galería pudo salir de la misma tras la explosión, por lo que se desconocen los detalles y circunstancias en que esta última se produjo. Durante todo el día de ayer continuaron los trabajos de rescate, en los que participan unos 2.000 mineros de otros cinco pozos próximos: los de Bolsada Peña, Calderón y Chastra Paulina, todos ellos de la localidad de Caboalles, y los de Carrasconte y Lumajo, de Villaseca de Laciana. Otros 150 trabajadores de dos pequeñas minas de la zona se han unido también a las tareas de rescate que, según una fuente empresarial, podrían prolongarse incluso durante varios días, dada la magnitud del accidente, cuyas causas están siendo investigadas por técnicos de la empresa y de la Delegación de Industria.En espera de que tanto la empresa como las centrales sindicales y los técnicos de la Administración se pronuncien oficialmente sobre las causas del accidente, así como sobre las responsabilidades que pudieran derivarse del mismo, una fuente relacionada con la empresa manifestó a EL PAIS que hasta el momento no había indicios de que este se debiera a deficiencias de seguridad o de los materiales empleados en las galerías, por cuanto éstos son controlados periódicamente por la inspección.

Por su parte, en la sede de Comisiones Obreras, de Villablino, se informó que el comité de empresa de la Minero-Siderúrgica de Ponferrada, había presentado «en alguna ocasión, una serie de quejas sobre los sistemas de ventilación de las galerías».

Lo único que parece seguro, por el momento, es que el accidente se debió a la explosión de una gran bolsa de grisú, escuchada en el resto de la mina, y no a corrimientos de tierra o a cualquier otra causa. Las mismas fuentes señalaron que este es el primer accidente ocasionado por el grisú en las minas de la zona con pérdida de vidas humanas, al menos durante la última década.

Hoy está previsto el entierro de los trabajadores muertos. Las federaciones mineras de UGT y CCOO de Asturias han convocado un paro generalizado en señal de duelo. Asimismo, como es habitual en la minería leonesa en casos de accidentes mortales, parará todo el sector, sin perjuicio de la continuación de los trabajos de rescate.