El Consejo de Europa aprueba una ponencia sobre Canarias

La ponencia del socialdemócrata portugués Joáo Mota Arnaral, que recomienda uña atención especial de los organismos europeos hacia los archipiélagos de las Azores, Madeira y Canarias, fue aprobada ayer en la sesión de clausura de la XIV Conferencia de Poderes Locales y Regionales de Europa, que, desde el pasado lunes, se ha venido celebrando en la ciudad francesa de Estrasburgo. Una enmienda española al artículo siete de la comunicación del señor Mota, elaborada por iniciativa socialista, fue rechazada.La enmienda española fue redactada a última hora de la mañana de ayer, después de que el jefe de la delegación de nuestro país, el centrista José Sánchez Faba, presidente de la Diputación de Granada, y el socialista Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andalucía, mantuviesen conversaciones telefónicas con los ministros de Administración Territorial, Antonio Fontán, y de Relaciones con las Comunidades Europeas, Leopoldo Calvo Sotelo, para consultar la posición que debía adoptar España ante la sugerencia del señor Mota Amaral de que se celebrase una conferencia para analizar con mayor profundidad la situación de las islas europeas, en la que participasen las autoridades locales y regionales de las mismas.

Los socialistas españoles estirnaron, asesorados por compañeros portugueses, que en la ponencia de Mota Amaral, presidente del gobierno regional de las Azores, existía un alto grado de ambigüedad, suficiente, a sujuicio, para dar facilidades a la promoción de un independentísmo de carácter derechista. Por esta razón, la delegación española trató de conseguir que representantes de los poderes nacionales de los respectivos Estados fuesen convocados a la mencionada conferencia.

En esta misma línea de reserva ante la ponencia portuguesa se encuadra la explicación del voto afirmativo emitido por España al texto global de la misma. El señor Sánchez Faba indicó que nuestra delegación apoyaba la recomendación del señor Mota en su conjunto, aunque quería precisar que la solicitud de atención especial a los archipiélagos de las Azores, Madeira y Canarias ante la próxima adhesión de España y Portugal a la CEE se efectuase en el caso de Canarias «dentro del tratado de incorporación del Estado español al Mercado Común».

El socialdemócrata Mota Amaral señala, en la ponencia aprobada por la Conferencia, que, «ante la perspectiva de la adhesión de España y Portugal a la CEE en fecha próxima, resulta imprescindible tener en cuenta la situación específica de estas regiones insulares, que pueden necesitar un estatuto especial, por ejemplo, de un régimen transitorio particular en algunas cuestiones ».

La lectura de este texto por los socialistas a media mañana provocó, en primer lugar, una breve discusión entre el presidente de la Junta de Andalucía y el consejero de Industria de la Junta de Canarias, el centrista Fernando Urcelay. Rafael Escuredo llegó a decir, al valorar positivamente el señor Urcelay la proposición del portugués Mota, que si Canarias requería un tratamiento especial por las dificultades que le reportará la incorporación de España a la CEE, Andalucía también lo precisaba por ser una región con alto índice de subdesarrollo.

Simultáneamente a la elaboración de la enmienda española a la ponencia del señor Mota, el alcalde de Málaga, el socialista Pedro Aparicio, intervenía en la sesión plenaria para preguntar al presidente de la Conferencia Europea de Ministros de Ordenación del Territorio, el austríaco M. Nussbaume, si los organismos directivos del Consejo de Europa habían recomendado a sus Gobiernos respectivos la realización de una política clara de compensación económica que permita a las regiones subdesarrolladas salir de la marginación y la dependencia.

El señor Nussbaumer, tras aludir a la conveniencia de una política coordinada a nivel europeo en materia de transportes, le indicó que lo ideal sería que cada país hiciese un balance cuantitativo de los desequilibrios regionales para estudiar posibles actuaciones en este sentido, ya que, en definitiva, se trata de un problema financiero.

Con estas intervenciones, la delegación española dio por finalizada su participación en esta XIV Conferencia de Poderes Locales y Regionales.

España acudió por primera vez en esta ocasión con el fin de participar de una manera activa. El pasado año se desplazó a Estrasburgo una delegación de parlamentarios ante la carencia de representantes democráticos en las corporaciones locales, pero su presencia circunstancial determinó su escasa atención a estas reuniones.

No obstante, los representantes de las minorías nacionalistas en la delegación expresaron a EL PAIS su disconformidad con los criterios que se han seguido para configurar la comisión española. Ramón Labayen (PNV) y Javier Bigata (Convergencia Democrática de Cataluña) manifestaron que se sentían sorprendidos y marginados porque «no se ha tenido en cuenta la implantación de nuestros partidos en las corporaciones locales y su presencia en los organismos preautonómicos. No es correcto que se nos haya asignado la condición de suplentes».