Nerviosismo de la izquierda por el retraso del Estatuto gallego

La lentitud del debate sobre el Estatuto gallego ya empieza a poner nerviosos a los partidos de la Izquierda. Según algunas informaciones fiables recogidas por EL PAIS, no acaba de perfilarse con claridad cuál va a ser la posición definitiva del partido gubernamental acerca del Estatuto de Galicia. Alberto Oliart, uno de los principales orientadores del tema por parte de UCD, ha estado ausente del debate en las últimas reuniones, y Rodolfo Martín Villa representa, para algunos partidos, el freno visible en aquellas cuestiones que puedan resultar más escabrosas para el centralismo oficial. El diputado socialista Pablo Pardo ya lo motejó como «la apisonadora del Estatuto».

Por otra parte, en la esfera de la misma UCD, se perfilan también frentes que no son exactamente coincidentes, aunque promueven por ahora la consecución de techos amplios para la autonomía gallega. Por un lado, Antonio Rosón y Pablo Montero y, por otro, el tandem Pío Cabanillas-José Luis Meilán, comparten el principal protagonismo del debate. En opinión de los demás partidos, el problema es que no acaba de verse el papel que puede jugar en definitiva UCD en esta cuestión. Coinciden todos en que la semana próxima va a ser el momento definitivo; en realidad, a partir de hoy sólo quedan ya diecinueve días, y algunos mantienen el temor de que pueda haber cerrojazos gubernamentales de última hora.

Para Alfonso Guerra, que se está revelando como un profundo conocedor del proceso autonómico gallego y que está entregado con intensidad a su discusión actual, la cuestión es más optimista. Según hizo saber a algunos políticos gallegos que le visitaron estos días, mantiene la opinión de que Galicia tiene asegurados los mismos, o muy parecidos, techos autonómicos que Cataluña o Euskadi.