Alcalde de Móstoles: "Que nadie se tome la justicia por su mano
El Ayuntamiento de Móstoles ha hecho público un comunicado tendente a tranquilizar a sus conciudadanos, alarmados por el considerable aumento detectado en las actuaciones de bandas delincuentes juveniles. El comunicado, firmado por el alcalde, Bartolomé González, sale al paso de los rumores sobre posibles acciones de represalias promovidas por los mismos vecinos contra los jóvenes delincuentes
Concretamente, el texto dice: «En determinada información de algún órgano de prensa se hace mención a la posibilidad de que grupos autodenominados vengadores actúen contra posibles delincuentes utilizando sus mismos medios, lo que nos obliga a reafirmar nuestra voluntad de que ningún ciudadano podrá tomarse la justicia por su mano, ni individual ni colectivamente. Si en algún momento alguien intentara suplantar a los legítimos representantes de la autoridad recaería sobre él todo el peso de la ley.»«Pedimos», añade el comunicado, «a los ciudadanos de Móstoles que no colaboren en el sostenimiento de este artificial clima de inseguridad y confíen plenamente en la acción de las Fuerzas de Orden Público, cuya eficacia está siendo fehacientemente demostrada y que son las únicas capacitadas para ejercer la función de protección ciudadana.»
Grupo fantasma de protección vecinal
En contra de las noticias alarmistas referidas al aumento de la delincuencia en la población, el bando señala que, «exceptuando el incidente del tiroteo entre dos grupos de maleantes habituales, ocurrido días atrás, el clima de tranquilidad es total, sin que exista nada que justifique el ambiente de tensión creado artificialmente. Como dato, el Ayuntamiento puede afirmar que a partir del momento en que las Fuerzas de Orden Público fueron dotadas de los coches necesarios para efectuar sus servicios, el índice de robos que desde hace tiempo venían produciéndose ha descendido en un 80%».El bando del Ayuntamiento de Móstoles parece motivado por la aparición, pocos días atrás, de un extraño grupo que, según declaró a EL PAÍS uno de sus promotores, cuenta con la adhesión de unas 190 personas, cansadas de la falta de protección que les brinda la policía y amedrentadas por las continuas amenazas y robos de que son objeto por parte de una banda formada por treinta o cuarenta jóvenes.
Según el anónimo comunicante -se negó a facilitar su nombre o número de teléfono por el miedo a posibles represalias de los jóvenes, a pesar de que se le aseguró la más absoluta discreción-, esta banda se dedica a robar coches y devolverlos a sus dueños previo pago de una cantidad en metálico. La devolución va siempre acompañada de una advertencia muy seria en el sentido de que, si la persona afectada se le ocurriera llamar a la policía, él mismo, o sus familiares, pagarían las consecuencias.
El portavoz del DPH avisó, asimismo, de que el miércoles, a las once de la noche, comenzarían una especie de caza de delincuentes por la zona de Villafontana. A esa hora, las calles y bares señalados estaban casi totalmente vacíos y no se advirtió, en absoluto, presencia alguna de vecinos.
Noticias tan contradictorias como las señaladas han hecho propagar rumores imposibles de confirmar y han creado una cierta confusión entre los habitantes de la localidad.
Nuevos detenidos
Por otra parte, la policía ha detenido a otras dos personas relacionadas con el tiroteo que tuvo lugar el pasado domingo en Móstoles y que arrojó el resultado de una persona herida muy grave y otras dos con lesiones feves producidas por arma de fuego.Frente a la versión dada por los autores de los disparos -se trataba, según ellos, de una acción en defensa propia frente a unos navajeros-, la policía ha averiguado que fue probablemente un ajuste de cuentas y que los dos presuntos cazadores no regresaban de ninguna jornada cinegética, sino que fueron, con su rifle del calibre veintidós, a buscar a una pandilla juvenil con la que tenían alguna cuenta pendiente. Los dos autores de los disparos han sido ya puestos a disposición de la autoridad judicial.
Los dos nuevos detenidos en relación con este caso son dos miembros de la banda juvenil: Cándido Piña Pizarro, de veintitrés años, y Santiago Sánchez Guaza; de diecisiete. El primero carecía de antecedentes penales, mientras que el otro había sido ya detenido en numerosas ocasiones por robos, lesiones, conducción ilegal, tráfico y consumo de estupefacientes.
Los dos detenidos fueron los que condujeron a sus amigos heridos hasta el ambulatorio de la Seguridad Social de Móstoles, a cuya puerta les dejaron abandondos. A continuación se dieron a la fuga en un coche marca Seat 124.
Uno de los heridos, Manuel Hernández García, de diecinueve años, permanece en estado gravísimo, en situación de coma profundo, que los facultativos temen que pueda ser irreversible.
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