Hoy comienza la conferencia anual de los conservadores británicos

Un periódico londinense de la mañana, el Guardian, resume con tres verbos las conferencias anuales de los tres principales partidos políticos británicos. Para el Guardian, los liberales se reunieron en Margate, hace dos semanas, para deliberar, los laboristas, en Brighton, la pasada semana, para recriminar, y los conservadores, a partir de hoy en Blackpool, para festejar.Porque eso es lo que se espera que la conferencia anual del Partido Conservador sea cuando sus 6.000 delegados se congreguen en la localidad veraniega de Blackpool, a orillas del mar de Irlanda; un verdadero festejo, incluso con traca final prevista para el discursso de clausura, a cargo de la actual líder indiscutible de los tories, Margaret Bismarck Thatcher.

A diferencia de la conferencia laborista, donde todo fueron recriminaciones y divisiones, causadas principalmente por la amargura de la derrota electoral del pasado mayo, los conservadores celebran en plena euforia su primera reunión masiva, tras el título en las elecciones generales.

El único tema que amenaza con sembrar la discordia entre los conservadores es el de Rodesia, con una fuerte presión por parte de la derecha del partido, encabezada por el ex secretario de la Commonwealth, Julian Amery, para conseguir el reconocimiento inmediato del régimen del obispo Muzorewa y el levantamiento de las sanciones económicas.