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Un acuerdo político puso fin a la división en UCD de Granada

Salvador Sánchez Terán, ministro de Transportes; Antonio Jiménez Blanco, portavoz del Grupo Centrista del Congreso, y Emilio García Pumariño han sido elegidos presidentes de las organización de UCD en Salamanca, Granada y Asturias, respectivamente, en el curso de las asambleas provinciales celebradas este fin de semana.La candidatura oficial, encabezada por el señor Sánchez Terán informa nuestra corresponsal María del Mar Rosell, copó todo los puestos sometidos a votación, supone un afianzamiento de lo hombres de confianza del ministro en el comité ejecutivo provincial.

En Granada, el diputado Jiménez Blanco encabezaba una lista de compromiso político entre liberales y socialdemócratas, las dos tendencias más fuertes -y hasta ahora enfrentadas- de la UCD granadina, en donde figuraban tras el portavoz centrista Andrés Villalta, que continuará como secretario provincial, y el también diputado Arturo Moya, líder del ala socialdemócrata. El pacto ha puesto fin a más de un año de tensiones en la UCD de Granada. Informa nuestro corresponsal Eduardo Castro.

En cambio, la elección del señor García Pumariño como presidente de la UCID de Asturias puede producir una crisis de imprevisibles consecuencias, según se desprende de las primeras declaraciones del candídato derrotado, el democristiano Luis Vega Escandón, quien al interrogarle nuestro corresponsal José Manuel Vaquero sobre si los democristianos no están bien vistos en la Moncloa respondió: «Esta es la pregunta que realmente me estoy haciendo, y espero que se me aclare, porque si ello fuera así es también evidente que donde no es uno bien visto no debe estar.»

El señor Vega Escandón responsabiliza de su derrota especialmente a Alberto Aza, jefe del gabinete técnico de Presidencia del Gobierno, y a Alejandro Rebollo, subsecretario de Transportes. García Pumariño fue secretario general del desaparecido Partido Socialdemócrata de Asturias.

También parece detectarse una clara división en la UCD de Las Palmas ante la celebración de su congreso, según informa nuestro corresponsal Diego Talavera. Por un lado figura Lorenzo Olarte, actual presidente provincial, partidario de una dirección única y que piensa presentarse a la reelección, y por otro, el grupo que encabezan el diputado Bravo de Laguna y el senador Gregorio Toledo, partidarios de una dirección colegiada, sin protagonismos absurdos, «para no continuar como hasta ahora, que significa el lento suicidio de UCD», según manifestaron ambos públicamente.

Asimismo, en Málaga han sido impugnadas dos de las noventa asambleas locales previas, en concreto, la de Fuengirola, por irregularidades en las listas de delegados, y la de Málaga, porque la asamblea se celebró en tercera convocatoria, sin dejar pasar las tres horas que establecen las normas electorales del partido. Si prospera esta impugnación, la situación podrían complicarse, ya que podrían ser anuladas la mayoría de las asambleas, en las que no se cumplió la norma, informa nuestro corresponsal Joaquín Marín.

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