Austria: Ia neutralidad activa
EL ELOGIO a la neutralidad activa de Austria realizado por el rey don Juan Carlos en la cena del martes, en honor del presidente federal, es el reconocimiento de una política internacional activa e inteligentemente planteada por los dirigentes del país centroeuropeo.Austria, al finalizar la segunda guerra mundial, recupera su soberanía e independencia como Estado en circunstancias difíciles. La salida de las tropas aliadas de ocupación se produce con la aprobación de la ley constitucional de neutralidad permanente del país, que desde ese momento sería una constante en todas las posibles ecuaciones para articular las relaciones internacionales del país. Sin embargo, la obligatoriedad de observar este comportamiento, de constituir una humillante condición para conseguir la salida de los contingentes de tropas acantonados en Austria, se ha convertido en una pieza de gran valor en la relación entre los dos bloques.
Viena desempeña un cierto papel de bisagra en la confrontación del occidente y este europeos, que los dirigentes austriacos han sabido articular en beneficio de su nación. El mítico encuentro de Kennedy y Kruschev y el más reciente de Carter y Brejnev crean cierta impresión, como si la capital austriaca fuera el único escenario posible para estas representaciones de la coexistencia. Las autoridades de Austria han forzado siempre esta imagen, a pesar de que las condiciones del país y sus declaraciones oficiales son inequívocamente prooccidentales.
Los repetidos contactos y mediaciones del canciller Kreisky -de origen judío- con palestinos y árabes en el conflicto del Próximo Oriente y el relanzamiento de Viena como tercera capital de las Naciones Unidas son otros exponentes del éxito de una política internacional de un país de pequeñas dimensiones y condicionado por los repartos de influencia de las grandes potencias al finalizar la última conflagración mundial.
En el orden interno, el país ofrece notas de interés para el estudio de los políticos de la transición española. Austria padeció también el pillaje de una dictadura y su salida a un régimen pluralista y democrático ofrece un balance bastante positivo.
La crisis económica mundial se supera con el saldo de una inflación del 3,5% y un nivel de paro del 2%. La política económica del Partido Socialdemócrata -a pesar de las razones críticas de la oposición sobre el coste de estos resultados- ofrece un panorama envidiable para estas latitudes.
Quizá estos resultados se producen por los instrumentos políticos que se pusieron en marcha para sacar en 1945 al país de la postergación a que le llevó el régimen del Auschland. El Gobierno de coalición entre socialistas y democristianos funcionó el tiempo preciso para sentar las bases políticas de la segunda República y comenzar la reconstrucción de la economía. La labor quedó posteriormente completada por los socialistas con la promulgación de una legislación respetuosamente laica para un país que cuenta con un 90% de ciudadanos que profesan la religión católica.
La visita oficial del doctor Kirschlager a España, devolución de la efectuada por los Reyes a Viena, se enmarca en el contexto de ampliación de relaciones exteriores de nuestro país tras la normalización política. Los dos Estados, ligados por el Tratado de Libre Comercio, que deberá entrar en vigor en España a partir de enero, pueden conocer un crecimiento de sus relaciones comerciales y sistemas de cooperación en terceros países, especialmente en América Latina, como frutos más visibles de esta visita oficial.
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