Los nuevos impuestos de lujo de los turismos
Como consecuencia de la puesta en vigor, el 1 de octubre, de la ley de régimen transitorio de la imposición directa en él tema de los turismos, quisiera exponer las siguientes ideas:Hasta la actualidad, los turismos en función de su caballaje estaban divididos en tres categorías: una primera, que englobaba modelos, (como el R-4, el 2 CV...) que pagaba un 17,6%; otra, de turismos medios (127, R-5, R-6...), con un 22%, y una categoría superior, de turismos de auténtico lujo, gravados en un 35%.
Con la normativa que entrará pronto en vigor se unifican los porcentajes de dicho impuesto de lujo en un 26%.
Por tanto, como es lógico deducir, dicho impuesto es recargado en un 8,4% y 4%, respectivamente, en los turismos populares, mientras -y he aquí la paradoja- es rebajado en un 9% en los auténticos vehículos de lujo.
En lo referente a los recambios, parece ser que las piezas de un modesto coche (R-4, Seat 133, etcétera) serán gravados en un 25%, porcentaje paradójicamente similar a las piezas de un lujoso Citroën CX, Lancia, etcétera.
Es fácil deducir, en consecuencia, que por parte de Hacienda la finalidad de dicho impuesto de lujo no es establecer una auténtica justicia fiscal, sino que su fin evidente es una mayor recaudación de dinero, ya que el grueso de las ventas y reparaciones de turismos (80%) corresponde a las dos primeras categorías antes citadas.
Esto es una evidencia más de que el peso de la crisis económica y, por tanto, el aumento del coste de la vida lo están sufriendo las clases menos favorecidas de la sociedad, y creo que en este caso no se puede considerar demagógico este aserto.
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