El Frente Patriótico acepta una representación blanca en Rodesia

La tercera semana de la conferencia constitucional sobre Rodesia se inició ayer con la inesperada aceptación por parte del Frente Patriótico de una representación separada de la minoría blanca en el futuro Parlamento de Zimbabwe.

El giro del Frente Patriótico en torno a esta espinosa cuestión es interpretado por los observadores como un indicio de que los nacionalistas pretenden concentrar toda su artillería pesada en la discusión del resto del temario, y no en la Constitución misma.Sin embargo, el paso dado por Joshua Nkomo y Robert Mugabe ha sido acogido con alivio por la delegación británica, cuyo portavoz oficial lo ha calificado de «avance importante en las negociaciones». «Nos damos cuenta», manifestó el portavoz, «del realismo que ha presidido esta decisión del Frente Patriótico.»

El pasado viernes, el jefe del Gobierno de Salisbury, Abel Muzorewa, anunció la aceptación de las propuestas constitucionales británicas, condicionada a «un acuerdo satisfactorio» sobre el resto de las cuestiones a debatir. Estas cuestiones, entre las que se encuentran puntos tan vitales como la transición de poder, quién gobierna en Salisbury hasta la celebración de elecciones y a quién corresponde el control de la policía y de las fuerzas de seguridad, amenazan con convertirse en el nudo gordiano de la conferencia de Londres ante la disparidad de puntos de vista mantenidos por las dos delegaciones rodesianas.

El acuerdo constitucional aparece ahora como una meta realizable, ya que las posiciones difieren muy poco entre sí, una vez aceptado por el Frente Patriótico el principio de una representación parlamentaria de la minoría blanca.

Un portavoz de los nacionalistas ha recalcado que su delegación no ha tenido más remedio que poner sobre el tapete, «bajo protesta», sus propias propuestas, al ser aceptado por Muzorewa el plan constitucional británico. Esta protesta, añadió el portavoz, se debe a que las propuestas británicas institucionalízan «el aislamiento y suponen la glorificación del racismo», al conceder a una minoría que sólo representa el 3% de la población un 20% de escaños en el futuro Parlamento.

El Frente Patriótico está condicionado en su negociación a las presiones que recibe de los representantes de los Estados africanos que asisten como observadores a la conferencia y que, continuamente, abogan por la moderación en cumplimiento de las instrucciones de sus respectivos presidentes, entre los que se encuentran Julius Nyerere, de Tanzania, y Keneth Kaunda, de Zambia.

El Frente Patriótico propone que el número de diputados en la Cámara Baja de Salisbury alcance un total de 120 miembros, de los que veinticuatro serían blancos. El porcentaje es el mismo que el propuesto por Gran Bretaña y aceptado por Muzorewa, que contemplan una Cámara de cien diputados, con veinte en representación de la minoría blanca. La diferencia entre los dos estriba en que, para los nacionalistas, nueve de los veinticuatro escaños acudirían a las elecciones en listas únicas con candidatos negros, mientras que en la propuesta británica los veinte diputados europeos serían elegidos en listas sólo para blancos.