El destino del edificio está por decidir
El hotel Corona de Aragán está como quedó. Desde hace escasos días ha pasado a responsabilidad de la empresa propietaria, Turismo Zaragoza, SA. Hasta ese momento era el juzgado que instruye la causa quien únicamente podía autorizar la entrada al mismo. En el hotel continúa una vigilancia permanente, formada por diez personas de la empresa hotelera. Ellas cuidan de que nadie entre sin permiso, así como atienden a cubrir cualquier tipo de actuación precisa dentro del hotel. El hotel espera. El mayor hotel de Aragón espera a que se periten los daños de su estructura. Espera a saber si será demolido o reconstruido.Dificultades en la empresa
El director general de Turismo Zaragoza, SA, Gabriel Oliván, nos ha dicho: «La empresa y los trabajadores somos las otras víctimas.»
El pasado miércoles, a mediodía, tuvo lugar en la Diputación General de Aragón una reunión de ambas partes, en la que el director general de Trabajo de este organismo, Antonio Perandones (PSOE), actuó de mediador. Se trató de buscar soluciones. Una búsqueda espinosa en la que la empresa hace el papel de malo y los trabajadores se sienten defraudados por el incumplimiento de promesas alentadoras dichas en voz alta el día de la tragedia.
La empresa se encuentra en la situación de que cuenta tan sólo con un seguro de diez millones de pesetas para cubrir la responsabilidad civil de la tragedia. Caso de que la empresa tuviera que hacer frente a esta coyuntura, indudablemente este dinero sería muy insuficiente, ya que el montante que se prevé necesario para cubrir las indemnizaciones y gastos de traslado de cadáveres asciende a unos 350 millones de pesetas. Es este un seguro que no estaba planteado para enfrentarse a una tragedia de la magnitud que ha supuesto el incendio del 12 de julio, sino para otro tipo de siniestros, como, por ejemplo, un presunto desplome de un ascensor, algún accidente laboral, etcétera.
Por otra parte, la empresa tiene una póliza de incendios referida a daños materiales en el edificio (en el caso de siniestro total) que le cubre cuatrocientos millones de pesetas. Según los datos que constan en el sumario, estos daños han sido fijados en 131.233.470 pesetas, aparte los que se detecten en la estructura. En cuanto a bienes muebles, el seguro cubre hasta doscientos millones de pesetas. Estos daños no han sido aún tasados por la empresa.
La compañía aseguradora es Caser (compañía aseguradora de las Cajas de Ahorro Confederadas). Y en dichas pólizas existe cláusula de cesión del seguro, por parte de la empresa propietaria del hotel, a la Caja de Ahorros de Aragón y al Banco Hipotecario, en razón de los créditos facilitados por estas entidades a Turismo Zaragoza, SA.
En esta situación, la empresa hotelera cuenta con un elemento que juega a su favor: la Caja de Ahorros de Aragón es uno de los accionistas mayoritarios de Turismo Zaragoza, SA (un 33% de las acciones); otro tercio corresponde a la familia Parra -Emilio Parra es el presidente del consejo de administración-, propietaria de diversos negocios zaragozanos, entre otros una fuerte red de salas de cine, y el tercio restante se reparte entre unos trescientos accionistas.
El futuro del hotel depende mucho del resultado del sumario. Al parecer, entre los accionistas se ha barajado la posibilidad de demolerlo y vender el solar. Sin embargo, parece que, por el momento, prevalece el criterio de reconstruirlo. De hecho, por boca del subdirector gerente de la empresa, Francisco Ledesma: «Es fundamental saber el estado de la estructura y esperar la inspección ocular de la compañía de seguros, pero de momento las perspectivas son de reapertura.»
En sectores solventes de opinión financiera se estima, en este sentido, que Zaragoza quedaría muy mermada de plazas hoteleras sin el Corona de Aragón, especialmente de cara a los Mundiales de Fútbol, por lo que se cree será reabierto «bien por Turismo de Zaragoza o por otra empresa que lo comprara».
Otro dato a tener en cuenta a la hora del análisis de este tema es el de que el Corona de Aragón «viene siendo productivo desde 1976, principalmente desde 1978 », según fuentes de la empresa, mientras que ésta sólo ha repartido beneficios el año pasado por primera vez en su historia.
Dificultades para los trabajadores
La nómina de empleados del Corona de Aragón contemplaba a 228 personas. Si bien algunos de estos trabajadores ya han solucionado su futuro mediante otro trabajo, la mayoría sigue expectante, y al cabo de dos meses después de la catástrofe, defraudados.
«En aquel momento todo fueron promesas. Que nuestro puesto de trabajo estaba garantizado, que cobraríamos el sueldo íntegro. Y ahora resulta que no es verdad ni una cosa ni otra», dicen unos miembros del comité de trabajo.
El hecho cierto es que los trabajadores han cobrado el subsidio de desempleo por primera vez a primeros de septiembre, pero sólo el 75% de los haberes que percibían. «¿Por qué nos prometieron que el otro 25 % también se nos daría? De haber sabido esto, tal vez habríamos firmado la suspensión de relaciones laborales por seis meses, prorrogables a dieciocho, que ha servido a la empresa para su expediente de crisis», comentan ahora, cuando comprueban adernás que nadie puede garantizarles un futuro puesto de trabajo.
En este sentido fue presentado en el Parlamento una interpelación por el diputado socialista zaragozano señor Piazuelo, para que los créditos que se le puedan conceder a la empresa estén condicionados a garantizar el puesto de trabajo en el Corona de Aragón a estos empleados.
Y sobre esta problemática giró la reunión mantenida el pasado miércoles en la Diputación.
Se parte de la circunstancia de que un obrero de un tercer nivel cobra del subsidio de desempleo unas 21.000 pesetas. Considerablemente menos los trabajadores del nivel cuarto o quinto, que son la mayoría.
La empresa, sin embargo, re cuerda, como señaló el subdirector gerente en esta reunión, que «no fue ella quien hizo esas promesas, porque no podía hacerlas, si bien está en su deseo el que todo trabajador que desee volver al Corona pueda hacerlo».
El riesgo está en que la empresa dijo, y mantiene, que «podría admitir a todos si abría totalmente el hotel». La clave, para los trabajadores, está ahí. «Si al reabrir», señalan éstos, «refunde recepción y conserjería en un solo departamento, o hace lo mismo con el servicio de cafetería y pisos u otras cosas semejantes, podrá decir que no se ha efectuado totalmente la reapertura». Y añaden que, «de hecho, parece que quiere reducir plantilla, pues, aunque no ha despedido a nadie, en dos años hemos bajado de 246 empleados fijos (con eventuales, más de 250), a la cifra actual, y es que no ha cubierto las bajas que se han ido produciendo.
Entre el miedo y la esperanza
A la reunión del miércoles asistieron, además del diputado aludido en calidad de mediador y del citado subdirector general de la empresa, Francisco J. Velázquez, director del Corona de Aragón, varios miembros del comité de trabajo y abogados de UGT y USO como asesores de los empleados.
El resultado fue el siguiente:
1. Turismo Zaragoza, SA, ha adquirido en la zona del estadio de La Romareda un edificio de apartamentos para convertirlo en hotel-residencia de cuatro estrellas. Está pendiente de trámites burocráticos, entre otros, la licencia municipal de apertura. Constará de noventa habitaciones y dará trabajo a unos veinticinco empleados. La mayor parte de ellos serán extraídos de la nómina del Corona. Los trabajadores participarán en esta selección, aunque no con carácter vinculante de la empresa.
2. Se harán gestiones para tratar de colocar a otros trabajadores del Corona en hoteles zaragozanos de nueva apertura, como el Don Yo y el Don Quijote. Se estudiaría caso por caso el rescindir con éstos los contratos que les unen al Corona.
3. Cabría estudiar el rescindir el contrato, caso por caso, con el resto de los trabajadores, estudiando indemnizaciones pactadas. Pero no se hará esto con carácter general. En este caso se haría con arreglo a lo que marque la ley, que supone una cuantía económica de ocho días por año, al hallarse bajo la situación de expediente de crisis. No se ofrecerían los dos meses por año, correspondientes a caso de despido.
4. Los trabajadores que cubren la mesa de vigilancia del hotel se turnarán, a fin de que la mayoría se pueda beneficiar del sueldo íntegro, ya que el subsidio de desempleo sólo cubre un 75 %.
5. Estudiar con la Delegación Provincial de Trabajo la fórmula de prórroga de subsidio de desempleo.
6. La empresa se acoge a la ley y no pagará las vacaciones. Los trabajadores interpondrán, posiblemente, demanda en Magistratura.
7. La empresa informó las perspectivas de reapertura del Corona, exponiendo su intención, por el momento, de llevarla a cabo.
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