Enseñanza y libertad de enseñanza
«Todos los años, al iniciarse el curso escolar, reaparecen los problemas tradicionales de nuestro sistema educativo,, fruto de una política orientada a proteger, en desmedro de la escuela pública, los centros privados, particularmente los confesionales. Este año, como los anteriores, las protestas de los maestros sin plaza se han unido a las de los padres que no han podido hallar un puesto escolar para sus hijos y a las de entidades municipales, acuciadas por, la carencia de locales, la insuficiencia de otros, o la situación de evidente deterioro de los que el Ministerio considera utilizables. El caso de Barcelona es flagrante, donde, para un déficit de 2.085 maestros que se necesitan en la provincia, el Ministerio sólo ha cubierto 310 plazas. Y es inútil que el señor ministro declare que se está procediendo a racionalizar el sistema educativo y que en EGB no hay más de treinta alumnos por aula, cuando la realidad, constatada por los padres y los maestros, revela lo contrario y denuncia las deficiencias causadas por la imprevisión y la orientación política arriba aludida. (...)Aunque se puede reprochar al Ministerio la doblez de su política educativa, el incumplimiento de sus promesas, no se le puede acusar de incoherencia. En efecto, la política que viene desarrollando se inscribe perfectamente en la orientación que UCD pretende imprimir al estatuto de centros docentes no universitarios. La condición regresiva del proyecto de ley presentado no ofrece dudas para ningún demócrata, pero las enmiendas aportadas por el partido del Gobierno acentúan su carácter discriminatorio y, en rigor, constituyen un claro intento de reducir la libertad de enseñanza reconocida en la Constitución a la libertad de los directores o propietarios de los centros docentes para imponer a profesores y alumnos su particular ideario. ( ... )» , 19 de septiembre
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