Política y zarzuela
Quiero referirme al reciente espectáculo «Antología de la zarzuela», ofrecido al público de Madrid en la plaza de toros de Las Ventas, sobre sus aspectos económicos, técnicos... y otros.En primer lugar, quiero decir que alardear de «precios populares» para este espectáculo es una falacia. Si bien había butacas de 75 pesetas, no es menos cierto que la gran mayoría de las localidades tenían precios entre seiscientas y 350 pesetas. Teniendo en cuenta el gran aforo de la plaza (quizá entre 15.000 y 18.000 localidades hábiles), se podrían haber puesto los precios algo más baratos. Gran negocio el del señor Tamayo. Por otra parte, quiero hacer constar que desde las butacas de 350 pesetas, que fue la que yo disfruté, había que afinar mucho el oído para enterarse de algo, pues si bien el sonido era bueno, considero que el volumen estaba bien para las butacas de seiscientas y, quinientas pesetas, es decir, para las sillas de la arena, los demás, ni comba, imagínese los de 75 pesetas.
Otro asunto es el numerito que se organiza con el Banderita. En primer lugar, eso no corresponde a ninguna zarzuela, así como muchos números que cuelan, sino a una revista. A mí me parece muy bien que el que quiera organizar un acto político y le autoricen a ello para ensalzar a la bandera, lo haga. Ahora bien, dentro de un espectáculo, me parece lamentable el uso que se hace de la misma, prohibido además por la Constitución, rebajando a la bandera a la categoría de tal espectáculo. Esa «explosión de júbilo patriotero», que no patriótico, a mí particularmente me molesta, y no pago una entrada de 350 pesetas para ver un desfile, un mitin o un acto político. La utilización que se hace de la bandera, repito, es lamentable, y mucho más si es en un espectáculo donde se grita «¡ Viva Franco! » y otras cosas por el estilo.
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