España no debe temer el boicot árabe, afirma el presidente de Israel
El presidente israelí, Isaac Navon, ha declarado a un grupo de religiosos y profesores españoles que «nuestro flirt clandestino es muy sabroso, pero el tiempo pasa y hay que legalizar el casamiento». «El de España es un pueblo valiente; ¿cómo puede temer el boicot árabe por entablar relaciones diplomáticas con Israel?», preguntó el presidente israelí en perfecto castellano.La delegación española llegó la semana anterior para las jornadas del V Seminario Judeo-Cristiano, en Jerusalén, que auspician el Centro de Estudios Judeo-Cristianoa (CEJC), de Madrid, y el Comité Inter-Religioso de esta ciudad.
«Me calienta el corazón recibir en mi casa a una delegación tan distinguida y con la necesidad espiritual de realizar este simposio», dijo Navon al darles la bienvenida.
«El pueblo judío se siente, respecto de España, como alguien que fue traicionado por su amante, pero que sigue preso del amor», dijo alegóricamente el presidente sefardita.
Navon saludó personalmente a cada uno de los veinticuatro delegados españoles, y se detuvo ante la profesora en Historia Josefina Bilbao de Suárez, cuando ésta le informó que enseña en Salamanca.
«Mi padre piensa que estoy estudiando en Salamanca, pero yo he venido a enamorar a las muchachas», recitó Navon, recordando un «poema que solía recitar en mi juventud».
El director del CEJC de Madrid, Vicente Serrano Muñoz, dijo en nombre de los visitantes españoles que «este seminario fue un encuentro humano entre judíos y .cristianos, pero, sobre todo, entre españoles e israelíes».
El teólogo español informó al presidente Navon que «estamos esperando una respuesta del Gobierno para crear en Madrid un instituto de intercambio cultural.»
Navon, que reveló haber pasado su luna de miel con Ofira Navon (educadora y ex reina de belleza) en España, comentó que «no sólo la cultura, sino el carácter español, es lo que heredaron los judíos de Sefarad (España)».
«El orgullo del sefardita es igual que el de los españoles», señaló el presidente de Israel, «y ello lo podéis comprobar oyendo aún hoy en Jerusalén refranes como: «Fríete en aceite, pero no pidas limosna.»
Y agregó, para simplificar: «El hambre no hay que demostrarlo», o «pobre, pero orgulloso», son frases muy comunes en los barrios antiguos de Jerusalén.
El presidente de Israel deseó que «España juegue el papel que se merece entre los otros pueblos de Europa, y que esta visita tenga hijos... y nietos», luego de elogiar como milagro la democracia española, «luego de tantos años de cierto régimen».
