Correo caro e ineficiente
Correos está pésimamente, a años luz del funcionamiento que tuvo hasta hace unos años. Entonces, mi distrito tenía dos repartos, ahora sólo uno, y como es tan grande el cartero lo hace alternativamente. Los sábados, ni pasa, y los domingos, es lógico que descanse. ¿No puede haber dos carteros en el distrito y, si la proliferación de mastodontes (bloques de viviendas) ha incrementado enormemente la clientela, que haya tres? El empeoramiento se ha ido notando con el encarecimiento del franqueo. Era mucho mejor cuando éste era de una peseta que ahora de cinco, con lo que es de suponer que a ocho pesetas, aún empeorará más.La correspondencia, que antes tardaba en ser recibida una o dos fechas, ahora tarda hasta cuatro o cinco veces más. Por ejemplo, El Eco Filatélico, que debía haberlo recibido el 7 o el 8 de agosto, aún no ha llegado a mi poder. Tampoco los números de la revista Viajar de junio, julio y agosto. Puede que esta última aún no la hayan enviado, pero las otras dos ¿qué? El programa de agosto de RNE llegó a mis manos el 17 de agosto.
La cantidad de sellos que, al no venir obliterados de forma reglamentaria, son inutilizados con bolígrafo, perdiendo todo su valor filatélico, habiendo disposiciones muy antiguas en el Servicio de Correos que lo prohiben taxativamente.
Se calculan veintitrés cartas escritas por cada español al año. ¿Van incluidas las que despachan servicios paralelos mucho más eficaces y que existen, precisamente, por la carestía y mal servicio de Correos? ¿Que antes los había ya?, ¡qué duda cabe!, pero no en tal número como ahora.
He de decir, sin embargo, que la salida de correspondencia al extranjero sigue siendo rápida y eficaz. Es la recepción la que se ha deteriorado y bien.