Alegato sionista

Nos dirigimos a usted, ya que consideramos su periódico el de mayor alcance nacional, para presentar nuestra firme indignación y protesta ante el «reportaje» televisado hoy en el Telediario de las tres de la tarde, en el cual se trataba de aclarar la historia del problema palestino.En ese reportaje se indicaba:

-Que la ONU votó la participación de Palestina, después que Ben Gurion hubiera declarado la independencia del Estado judío.

- Que Israel invadió, tanto en la guerra del 48 como en las del 56 y 67, a los países árabes.

- Que en 1973, «estalló» la guerra.

- Que Israel considera a los palestinos como refugiados y no como un pueblo.

A nuestro entender, este artículo tuvo un matiz claramente propalestino, cuando la información ha de ser por definición objetiva.

Sugerimos a quienes hayan elaborado aquel reportaje que, si la desconocen, se abstengan de desinformar al pueblo español, como ocurre muy a menudo en las emisiones de RTVE.

Contrariamente a lo que dijo aquel irrisorio reportaje, la ONU declaró la resolución de la partición de Palestina en noviembre de 1947 y Ben Gurion leyó la carta de independencia en mayo de 1948. Horas después, siete preparados ejércitos atacaban al nuevo Estado por los cuatro puntos cardinales. Los palestinos abandonaron el joven Estado judío tras la amenaza de muerte por el gran muftí de Jerusalén.

Tanto en el 56 como en el 67, Israel respondió a un ataque árabe. Grabaciones interferidas a dirigentes árabes (conversaciones entre Nasser y Hussein, por ejemplo) demuestran palpablemente estos, hechos.

No hablemos de la llamada guerra de Yom Kippur. Negar el coordinadísimo ataque árabe en tan señalada fecha judía...

Como jóvenes judíos, y sionistas, reconocemos los derechos del pueblo palestino a existir, pero evidentemente nos negamos a reconocer a un grupo terrorista como representante suyo.

Imagínense el presente verano que llevamos en España (bombas en aeropuertos, estaciones, incendios provocados, etcétera), diariamente, en un Estado diez veces más pequeño, y con diez veces menos de habitantes.