Ayuntamiento y Caja de Ahorros firmarán un convenio de tesorería

El Ayuntamiento madrileño firmará, probablemente, en el próximo mes de octubre, un convenio de tesorería con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid que, supondrá una mayor cooperación económica y la conversión de la entidad bancaria en un agente financiero de la hacienda municipal, ahora que el Banco de Crédito Local parece encontrarse desbordado por la demanda de los ayuntamientos de toda España. Entre las consecuencias de este convenio figura el traspaso a la Caja del cobro de algunos impuestos, mayores depósitos y otra serie de ventajas a cambio de las cuales el Ayuntamiento podrá realizar algunos descubiertos en sus cuentas, en caso de necesidad.El convenio de tesorería que se quiere firmar convertiría a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid en un agente financiero natural ya que, según Baltasar Aymerich, delegado de Hacienda, «la Caja es una entidad que capta sus recursos en la zona y tiene que apoyar a la financiación regional. Por eso vamos a concertar un trato más constante y no recurrir a ellos sólo cuando hace falta dinero».

El último concierto económico importante que Ayuntamiento y Caja de Ahorros realizaron tuvo como motivo el empréstito Villa de Madrid 1978 que, con un total de 4300 millones de pesetas, fue dedicado a la financiación del presupuesto extraordinario de inversiones. El próximo se realizará, posiblemente, el próximo mes de noviembre, cuando la Caja de Ahorros y Monte de Piedad avale una emisión de deuda pública por valor de 2.500 millones de pesetas, que tiene como objetivo financiar el presupuesto de urbanismo; y, según la política municipal adoptada sobre endeudamiento en 1980, podría ser aumentado el número de emisiones de deudas realizadas para hacer frente a los gastos originados por la puesta en marcha de algunos proyectos contenidos en el Plan de Acción Municipal (PAM).

El convenio de tesorería que se firmase, en opinión del señor Aymerich, solucionaría parte de los problemas que resultarán de la futura política financiera al tiempo que simplificaría muchos de los trámites que ahora son obligatorios para el desarrollo financiero municipal.

«En primer lugar, la Caja contaría con mayores depósitos hechos por el Ayuntamiento; se asegurarían mayores ingresos cuando los impuestos municipales puedan verse aumentados a raíz de unas ordenanzas adaptadas a la situación real y se desarrollaría un mayor trato ahora que existe la posibilidad de que las licitaciones en obras y servicios puedan ser avaladas tanto por la Caja de Ahorros como por las sociedades de seguros.»

Como contrapartida a esta relación permanente, el Ayuntamiento estaría autorizado a obtener, cuando lo necesitase, cantidades de dinero que incluso podrían llegar a producir algún descubierto en las cuentas en poder de la Caja. Estos descubiertos tendrían un tope, aún en estudio, que posiblemente consistirá en un porcentaje del capital municipal depositado en la entidad bancaria. De esa forma, el Ayuntamiento, de cara a la financiación de un proyecto determinado, podría abordarlo sin necesidad de tener que buscar fuentes crediticias especiales o preparar la salida de una emisión de deuda pública.

En la actualidad, las entradas de dinero en la Caja se deben, principalmente, al cobro de las multas y de la plusvalía.