Los socialistas, contrarios al referéndum para la incorporación de Navarra al País Vasco

El PSOE va a utilizar la vía de las relaciones especiales, especificadas en el artículo 22 del Estatuto de Guernica, para tratar de engarzar Navarra con la comunidad autónoma vasca, según precisó a EL PAIS el presidente del Parlamento Foral de Navarra, Víctor Manuel Arbeloa, senador socialista. En opinión de Arbeloa, la fórmula del referéndum, prevista en la disposición adicional de la Constitución para la posible incorporación de Navarra a Euskadi, es «traumática y lamentable», además de poco aconsejable en cualquier circunstancia.

«De alguna manera, Navarra ya esta engarzada con el País Vasco», afirmó Arbeloa. «Una parte importante de nuestra provincia está muy unida al resto del País Vasco por los vínculos de la lengua y la cultura comunes, las comunicaciones, las gentes, etcétera. Lo que sucede es que para llegar a una fórmula óptima de incorporación hay que respetar las normas establecidas. De esta forma, el artículo 22 del Estatuto de Guernica, que habla de las relaciones del País Vasco con otros territorios históricos forales -es evidente que esto se hizo pensando en Navarra-, puede ser la vía para establecer las relaciones que resuelvan la necesidad de contactos entre Vasconia y Navarra. Después, la voluntad del pueblo navarro irá haciendo lo demás y determinando qué tipo de unión quiere con el resto del País Vasco. Los socialistas navarros vamos a utilizar esta vía de las relaciones especiales con Euskadi. Pensar ahora en los pasos siguientes sería temerario y utópico. Creo que los redactores del Estatuto de Guernica hicieron el artículo 22 pensando en el caso de Navarra y considero que es una línea realista que no puede crear ningún recelo ni en los partidos más reaccionarios que, en el fondo, también están de acuerdo en que Navarra mantenga algún tipo de relaciones con el resto del País Vasco.»«El PSOE no va a utilizar la vía del referéndum en los próximos años», añadió Arbeloa, «porque consideramos que es un camino poco realista y perturbador para Navarra en las condiciones actuales y, además, existen otras soluciones menos traumáticas que el referéndum para resolver el problema Navarra-Euskadi. La vía del referéndum es lamentable y brutal, propia de una época de excepción, y hay que evitar el sí o el no, el todo o nada. La disposición adicional prevista en la Constitución es una especie de techo, pero muy mal tendrían que ponerse las cosas para que llegáramos a esa solución. Un referéndum sólo se puede proponer para cosas muy concretas, como podría ser el problema de construir o no centrales nucleares.»Sin embargo, el presidente del, Parlamento Foral considera que el principal problema de Navarra en la actualidad radica en la recuperación de todas las competencias que tuvo el viejo reino, dentro del marco de la unidad constitucional. «Navarra tiene algo que no ha conseguido con la Constitución: su régimen foral. Las facultades de Navarra no han sido arrancadas a la Moncloa», precisó Víctor M. Arbeloa, «y es el único pueblo que ha conseguido mantener su status foral dentro del status unitario español. Ahora hay que encontrar la fórmula de entroncar al viejo reino con el corpus iuridicum español y una de las vías a utilizar puede ser el pacto entre el Gobiemo y las instituciones forales de Navarra. Este engarce podría hacerse, según algunos juristas del PSOE, a través de una ley orgánica que hiciera viable jurídicamente las negociaciones de los poderes forales de Navarra y el Gobierno de Madrid, de cara a la puesta en marcha de una Constitución interna o ley foral de Navarra, en la que se especifiquen claramente todas las competencias y poderes que vamos a tener los navarros. Este es el gran problema que tenemos ahora.»

Constitución para el viejo reino

En el camino de la negociación entre Navarra y el Gobierno para establecer un proyecto de Constitución para el viejo reino, que debería ser refrendado en referéndum por todos los navarros mayores de edad, deben participar, en opinión de Arbeloa, no sólo la Diputación sino también el Parlamento Foral de Navarra. «Es evidente que las conversaciones de cara a un pacto con Madrid las debe llevar la Diputación, pero como ésta no ha salido del Parlamento Foral y éste es el organismo más genuino y democrático de Navarra, yo entiendo que nuestro Parlamento también debe participar en las negociaciones. La inmensa mayoría de los navarros no discutimos la unidad constitucional -afirmó Arbeloa-, pero es evidente que hay que buscar una fórmula jurídica y política que haga respetable y viable el caso de Navarra: su excepción foral.Mientras los navarros nos movemos en unas pautas federales o confederales, el Estado es unitario. Autonomista, pero unitario. Lo que nosotros intentamos ahora es lo mismo que quiso hacer el PNV durante los debates constitucionales, es decir, la vía foral. Lo que sucede es que entonces Vizcaya y Guipúzcoa partían de cero y además el PNV no jugó bien sus cartas porque no supo ganarse a los otros pueblos de España. Los nacionalistas amenazaron con la separación, dijeron que su única Constitución era Gora Euskadi askatuta y otras cosas por el estilo. Comprendo al PNV porque tiene una izquierda abertzale muy dura y sé que tiene que jugar todas esas cartas. Pero creo que Navarra, cuando habla de derechos forales, no tiene ante Madrid esa sospecha independentista tan clara como sucede con Guipúzcoa o Vizcaya. En Navarra, los derechos históricos no van a ser un semáforo en verde para la autodeterminación y la independencia como muchos quieren y eso es algo que hay que reconocerlo. Los socialistas navarros no queremos la independencia y por eso no somos menos navarros que nadie. Sabemos que la lucha por recuperar nuestras facultades van a ser difíciles, por la ignorancia sobre lo que en realidad es el fuero y por la posición enconada de algunos políticos, incluso socialistas. Sin embargo, en este mar de confusiones, las declaraciones de Garaikoetxea, en las que se refiere a la fórmula federal dentro de la Corona, es lo mejor que se ha dicho. Eso es claridad y ya era hora de que el PNV hablase claro. Yo estoy de acuerdo con el presidente del CGV y creo que éste es un objetivo a alcanzar para todo el País Vasco.»