_
_
_
_

Edimburgo: se consolida. el festival "paralelo"

Trescientos grupos marginales participan en el certamen de teatro

Lo más importante del Festival Internacional de Edimburgo, que acaba de comenzar en la capital escocesa, es la amplia representación de los grupos marginales, que participan en una especie de festival paralelo, cuya consolidación lo ha hecho tan establecido como el oficial.

Más de trescientos grupos, en efecto, participan en el apartado teatral de ese festival paralelo. Su presencia en Edimburgo, una ciudad que durante el año vive pendiente del mes del certamen, convierte las calles en otro festival callejero. Muchos de los grupos anuncian sus obras con personajes vivientes que pueden salir de cualquier esquina para simular que van a arrojar una bomba y que simplemente llevan en la mano el anuncio de la obra de teatro que están representando. Otros se anuncian con flores.Esta proliferación es la mayor parte de las veces la principal causa de la decepción de muchos de los grupos inscritos, es la escasez de audiencia con que cuentan, porque en general no hay en Edimburgo, a pesar de la afluencia de extranjeros durante esta época, espectadores para tantos shows diversos.

Hasta el momento, el festival de Edimburgo no ha ofrecido ninguna revelación notable. En realidad, a lo largo de su historia ha producido pocas novedades, pero tiene la reputación de ser uno de los grandes certámenes europeos.

En general, en su sector oficial es un certamen conmemorativo, y en ese sentido este año se ha celebrado el cincuenta aniversario de la muerte del coreógrafo Sergei Diaghilev. El festival abrió, precisamente, con una obra de Prokofiev, especialmente preparada para un ballet del famoso coreógrafo. Fue, según los críticos, una gran actuación de Gennadi Rozhdesvensky al frente de la orquesta sinfónica de la BBC, que impresionó a todos a pesar de determinados fallos acústicos, que amplificaron excesivamente el sonido de las trompetas. Pero esto en Edimburgo se soporta bien, porque los oídos se hallan acostumbrados a escuchar las gaitas monótonas, pero rítmicas, que son la alternativa que el parque principal de la ciudad ofrece a quienes no quieren meterse en úna sala de conciertos.

La consagración de la primavera, de Stravinsky, fue otra oportunidad de lucimiento para Rozhdesvensky y para la citada orquesta. Como lo fue para el grupo del Old Vic, de Bristol (Inglaterra), la representación teatral de la obra Troilus y Cressida, de Chaucer, que fue un modelo de precisión escénica.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_