Soria y su nuevo puente sobre el Duero

Leyendo el articulo de Julián Marías, que ha publicado recientemente este mismo periódico con el título «Entre San Polo y San Saturio» he creído conveniente dar una contestación con el fin de procurar que la posición de cuantas personas abogamos por que se lleve a cabo la construcción del nuevo puente sobre el río Duero, con la carretera de circunvalación, quede reflejada de una manera lo más real y concreta posible.Verdaderamente, las personas y algunas asociaciones muy definidas, que están claramente en contra del proyecto, se encontrarán muy satisfechas por haber conseguido la colaboración y toma de postura tan favorable a sus deseos que ha hecho el señor Marías. Por mi parte, naturalmente, lo lamento, y haciendo uso de sus mismas frases «he pensado buscar algunos argumentos para mostrar su error, quizá para convencerle, ya que hay que suponer su buena fe ».

Efectivamente, Soria necesita un puente. Ya no basta el único que tenemos, el de los ocho Tajamares. Sencillamente porque ha quedado estrecho y muy peligroso para las necesidades actuales. Con seguridad que el propio Machado (de quien tanto se usa y abusa), con su personalidad abierta y siempre actual, lo comprendería.

Parece desprenderse de la lectura del citado artículo, que desconoce el proyecto, que lo ha escrito de «oído», en un paseo, con viejos amigos, camino de San Saturio. Esto sería muy penoso y lamentable, porque las personas que somos favorables a este proyecto, y muy -especialmente - las que tenemos una responsabilidad con el gobierno de la ciudad, consideramos este tema muy seriamente, con exquisito cuidado y rigor en todo lo que supone nuestro pasado, pero sin nostalgia, mirando hacia el futuro.

Verdaderamente, el Ayuntamiento que presido, como otras corporaciones, entidades y asociaciones diversas, todas ellas elegidas democráticamente y favorables al puente «precisamente» porque hemos sido elegidos (no simplemente elegidos), consideramos que tenemos la responsabilidad y el derecho a pedir que se lleve a cabo el proyecto. Porque es el único medio seriamente expuesto para evitar, entre otras cosas, que obras únicas de nuestro patrimonio, como la iglesia de Santo Domingo, corran el riesgo de algún accidente irreparable debido al intenso tráfico pesado que circula junto a sus muros. Que salvaguarde y revitalice otras zonas también importantes, como la Colegiata de San Pedro y Arcos de San Juan de Duero, todas ellas declaradas monumentos nacionales, al eliminar prácticamente ese tráfico pesado.

Precisamente porque hemos sido elegidos, consideramos que tenemos la responsabilidad y el derecho a pedir que construyan el nuevo puente, porque es una necesidad vital para Soria. Cualquier problema técnico o de otro tipo que pudiera suceder en el antiguo y estrecho que solamente tenemos y que impidiese la circulación, ocasionaría la división de la provincia, por ser el único medio de unión práctico entre ambas partes de la misma. Para Soria sería un golpe muy duro, y desde luego una gran responsabilidad para quienes se oponen al nuevo.

Considero que es perfectamente compatible el nuevo puente con la situación actual entre San Polo y San Saturio. A título anecdótico quiero indicar que en la nueva edición de guía telefónica de nuestra ciudad aparece en su portada una bonita fotografía, precisamente del paseo origen de su artículo. Pues bien, esa misma imagen podrá seguir contemplándose en las mismas condiciones con el nuevo puente construido.

Como temo (repitiendo lo que indicaba anteriormente) que el señor Marías desconoce el trazado y emplazamiento del puente y carretera, le hago una pública invitación a visitamos para poderle dar todas las explicaciones que precise sobre el asunto. También gustosamente, le acompañaré a otras zonas donde alguna asociación, sin ningún rigor técnico, ha indicado como posible solución alternativa, olvidando (independientemente de la imposibilidad técnica razonable) que también son lugares muy bellos, limpios, «vírgenes», que fueron visitados y llevados a sus poemas por Antonio Machado.

Puede estar seguro el señor Marías que no se cierne ninguna amenaza sobre el Duero. La sensibilidad de los que componemos este Ayuntamiento es lo suficientemente alta como para advertir que la amenaza ya está -pero en Santo Domingo, por la continua exposición en su piedra de los gases del tráfico constante que pasa junto a ella- y el riesgo siempre perenne de cualquier tipo de accidente con los camiones pesados.

Esto no es cargar las tintas; es, simplemente, la realidad; cualquier persona con residencia en Soria sabe de ello. Nadie puede garantizar que aquí no ocurra lo que lamentablemente ha ocurrido en otros puntos urbanos del país.

Curiosamente, las personas que son contrarias al proyecto sobre el Duero, por considerar que deteriora el entorno y perjudica nuestro patrimonio, no se preocupan por el estado de Santo Domingo o, al menos, no lo manifiestan tan pública y notoriamente como el puente por la zona cercana a San Polo. Posiblemente sea debido a que la mayoría de los opositores a este tema son personas que no residen en Soria, efectuando cortas visitas que no les proporcionan la satisfacción de disfrutar durante todo el año las delicias del tráfico, tanto nacional como local, por el centro de la ciudad.

No tenga ningún temor, no se cierne ninguna amenaza sobre el Duero. Este Ayuntamiento, «a pesar» de ser elegido libre y democráticamente (tomo palabras de su escrito), no hará despotismo y no tomará acuerdos para incinerar cuadros de ningún museo. Verdaderamente no es muy feliz su ejemplo de considerar similar el acuerdo favorable para construcción de un puente sobre el Duero con el de incineración de los cuadros del Museo del Prado.

Insisto en mi ofrecimiento. Será un placer para nosotros poder hablar sobre este tema, aquí, in situ.

(alcalde de Soria)