Ciudad de México, un enorme basurero
Con 1.500 kilómetros cuadrados de superficie, de los cuales el área construida abarca unos seiscientos, y con una población que oscila entre los once y los trece millones de habitantes, la ciudad de México es, asimismo, un enorme y heterogéneo basurero.
Así lo indica una investigación periodística sobre, el tema, la que indica que de las casi 9.000 toneladas diarias de desechos, los servicios recolectores sólo recogen unas seis, y el resto se va acumulando como un sarro pestilente, en lotes baldíos, banquetas, agujeros, jardines, parques y en distintos sitios de las grandes unidades habitacionales de esta capital.
Los jefes del departamento de limpieza del distrito federal aducen dos razones fundamentales para esta situación. Una, la falta de cooperación de la ciudadanía en general, que en muchos casos mantiene una actitud de total negligencia al respecto, usando para tirar sus residuos los lugares más poblados, sin considerar las consecuencias para el prójimo. El funcionario de limpieza de la delegación Benito Juárez, Eduardo Becerril, afirmó que el barrio Polanco resulta el más afectado por este problema. Y este barrio es uno de los de mayor nivel residencial de la ciudad, sede de delegaciones diplomáticas y de edificios de apartamentos destinados a la clase media alta y superior.
El otro problema que alegan los responsables es la falta de equipo y de personal para levantar esa enorme masa de desperdicios.
A las dos razones apuntadas se añade el crecimiento desordenado de la urbe, tanto en lo poblacional como en lo comercial, lo que produce focos específicos de basura, como los establos y porquerizas clandestinos que se encuentran no lejos de la basílica de Gualupe, o el legendario mercado de la Merced, coto de caza para dos millones de ratas.
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