Tregua parcial en los incendios forestales
Las lluvias caídas en la noche del miércoles y buena parte de la madrugada de ayer han permitido un respiro en Cataluña, por lo que respecta a la ola de incendios desencadenada a lo largo de todo el mes de agosto. La tromba de agua consiguió en Lérida sofocar un incendio forestal, registrado en la localidad de Naves, después de que los bomberos hubieran intentado dominarlo durante la noche del miércoles.No obstante, ayer se registraron incendios importantes en las provincias de Huelva, Madrid, Valencia y Castellón. Aunque se desconoce la extensión de terreno afectado, el más espectacular parece ser el que desde el miércoles azota a la zona de Sinarcas, en Valencia, en cuya extinción están participando nueve brigadas del Icona, personal de la Guardia Civil, avionetas e hidroaviones.
Según manifestaron a EL PAIS técnicos del Icona, la cantidad de agua caída permite prever que el riesgo de incendios forestales descienda en los próximos días.
Sin embargo, el temporal no dio tregua a los bomberos de Barcelona, que se vieron obligados a efectuar diez salidas nocturnas, debido a las inundaciones de viviendas. En esta ciudad la lluvia hizo que se suspendieran numerosos actos de la fiesta mayor de la barriada de Gracia, así como los montajes teatrales organizados por el departamento de Cultura en el teatro griego.
También en Aragón se registró una fuerte tormenta, que en algunas comarcas fue de pedrisco y causó graves daños a la agricultura. La comarca más afectada es la de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza. Ejea de los Caballeros, Morata de Jalón, Aranda de Moncayo, Valaseva, El Bayo, Bárdenas y La Vega de Carrazales son algunos de los pueblos cuyas cosechas han sido prácticamente arrasadas en su totalidad.
En relación con los numerosos incendios que se vienen produciendo durante las últimas semanas en casi todas las regiones españolas, la Asociación de Estudios y Protección de la Naturaleza (Aepden) ha difundido un comunicado en el que manifiesta que la proliferación de incendios forestales es la consecuencia lógica de una errónea y masiva repoblación indiscriminada de los montes públicos con especies exóticas (pinos y eucaliptus) «que son, al contrario que la mayoría de nuestros bosques autóctonos, fácilmente combustibles».
Los ecologistas culpan a la Administración
La asociación ecologista culpa a la Administración de la abundancia de incendios y señala que «a golpe de Código Penal jamás podrán evitarse unos incendios cuyas muchas causas radican en la insatisfacción de la población rural frente a unas repoblaciones que ignoran sus derechos tradicionales y de las que obtiene muy pocos beneficios».Aepden considera, asimismo, que incrementar el presupuesto de Icona sólo puede ayudar a la continuación de una nefasta política forestal. «El Icona», añade el comunicado, «se ha negado siempre a repoblaciones con especies autóctonas, no porque no produzcan beneficios económicos, sino porque los producen a largo plazo y no precisamente a las compañías papeleras.»
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