Tres incendios, casi simultáneos, en la sierra norte de la provincia
Entre las cuatro y las siete de la tarde de ayer se declararon tres incendios en la zona norte de Madrid, en el triángulo formado por Miraflores de la Sierra, Manzanares el Real y Colmenar Viejo. La simultaneidad y la distancia entre los siniestros hizo pensar en un primer momento que pudieran ser provocados, aunque poco más tarde, tanto miembros del Icona como del cuerpo de bomberos negaron tal posibilidad. Los incendios no alcanzaron demasiada importancia y fueron sofocados en pocas horas, aunque los dos primeros a costa de muchas dificultades dado lo escabroso del terreno.
El primero se produjo en la zona de la Pedriza, a pocos metros del paraje conocido como la Charca Verde, un lugar muy frecuentado por campistas y veraneantes de fin de semana. El fuego prendió en las matas del comienzo de la ladera y fue subiendo hacia la cima, destruyendo la floresta de monte bajo y algunos pocos árboles. Dadas las características del siniestro, miembros del Icona que colaboraron en la extinción aseguraron que con toda probabilidad se trató del descuido de alguna persona que intentó hacer una hoguera para cocinar alimentos.El terreno, muy empinado y alternado de rocas y floresta, dificultó bastante los trabajos de extinción, aunque al mismo tiempo sirvió para que las llamas no se propagaran con rapidez. Los bomberos enviados desde Lozoyuela, Colmenar, Miraflores, Manzanares y Torrelaguna no pudieron utilizar los coches bomba, y el fuego tuvo que ser dominado con azadas y golpes de rastrojos. Un hidroavión proveniente de la base aérea de Torrejón tampoco pudo intervenir por el riesgo que entrañaba el acercarse demasiado a los riscos Aún así, el fuego no llegó a alcanzar grandes proporciones en ningún momento.
Las llamas cubrieron la carretera de Colmenar
El segundo incendio fue el más espectacular y al mismo tiempo el menos importante, tanto por su extensión como por su duración. En este caso se piensa que la causa pudo ser alguna colilla encendida arrojada desde un vehículo en marcha o algo similar. El fuego prendió a ambos márgenes de la carretera que une Colmenar Viejo con Soto del Real, en un espacio discontinuo de dos o tres kilómetros. El terreno sólo albergaba algunas matas de las cunetas y gran abundancia de hierba seca, lo que hizo que las llamas alcanzasen una cierta virulencia y que, ayudadas por el fuerte viento reinante, llegaran a cruzar la carretera de un lado a otro, formando especies de puentes. La Guardia Civil cortó el tráfico poco después de las seis de la tarde y se restableció antes de las siete, cuando la hierba estuvo calcinada y sólo quedaban grandes calveros negros.
Hubo otros focos también de poca importancia en Zarzalejo y San Martín de la Vega, que se dominaron también con rapidez. A pesar del número de puntos afectados, al menos cinco, parece ser que en todos los casos su origen se debió a descuidos o Imprudencias humanas. Tampoco es demasiado factible que los incendios posteriores al de la Charca Verde se debieran a pavesas arrastradas por el viento, ya que la distancia entre los puntos más cercanos excede los diez kilómetros.
Por último, de las 6.30 a siete de la tarde se declaró el último de la serie, muy cerca del casco urbano de Miraflores de la Sierra. Fue el más extenso y el último en ser dominado, y afectó a una amplia extensión de suelo muy seco, herbáceo y surcado por densas filas de zarzales, lo que originó una fuerte humareda y llamas de tres o cuatro metros en algunos puntos. Sin embargo, al estar situado por debajo del nivel de la carretera, y mucho más, de la ladera donde se asienta el pueblo, no llegó a revestir peligro en ningún momento.
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