Prohibidas las manifestaciones en Irán

El Gobierno iraní prohibió ayer las manifestaciones políticas y las fuerzas de orden público ocuparon el cuartel general de los fedayines jalq (marxistas-leninistas), en lo que se interpreta como un intento de restablecer el orden después de los incidentes que se produjeron el domingo y el lunes entre militantes islámicos e izquierdistas.Sin embargo, desafiando la prohibición gubernamental, unos 10.000 seguidores de los guerrilleros mudjahedines (musulmanes de izquierda) iniciaron ayer por la mañana una marcha que fue interrumpida por la agresión de militantes islámicos. Ayer por la tarde, grupos de simpatizantes de los fedayines jalq, cuyo cuartel general fue asaltado el lunes por militantes islámicos, intentaron protestar ante la sede de la Presidencia del Gobierno. Manifestantes anticomunistas agredieron al cortejo de protesta. Las medidas tomadas por el Gobierno constituyen un intento de demostrar que está en condiciones de asegurar el mantenimiento del orden público en la capital. Sin embargo, los observadores consideran que la ocupación por la policía y los guardianes de la revolución (milicias jomeinistas) de la sede de los fedayines jalq conducirá a esta organización a luchar clandestinamente contra el poder islámico.

Espionaje a favor de la URSS

Por otra parte, la agresión cometida ayer por la mañana por militantes islámicos contra los mudjahedines parece confirmar que este grupo se ha convertido en la próxima víctima del fanatismo integrista musulmán. Uno de los miembros de los mudjahedines, que goza de gran prestigio entre la izquierda laica y del respeto de los musulmanes liberales, fue detenido hace un mes bajo la acusación de «espionaje a favor de la URSS».El ex primer ministro iraní, Shapur Bajtiar, declaró ayer en París, que «el asunto Jomeini estaría acabado dentro de cinco o seis meses». En Ginebra, informa , la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), que agrupa a todas las organizaciones de juristas democráticos del mundo, deploró ayer en un comunicado la publicación de un nuevo «código de prensa» en Irán.