España asistirá como "invitado" a la "cumbre" de los no alineados

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, anunció en la madrugada del lunes -en el vuelo de regreso a Madrid del presidente Suárez- que España asistirá a la sexta cumbre de países no alineados de La Habana como nación invitada. El ministro señaló que esta decisión, que había sido adoptada con anterioridad por el Gobierno español, no pudo hacerse pública antes, a la espera de recibir la invitación oficial del buró de movimiento de los no alineados y del país anfitrión, en este caso, Cuba.El ministro, que se entrevistó ayer en Santo Domingo con el embajador de España en La Habana, Manuel Ortiz, señaló que España ya había sido invitada formalmente y que estaría presente en la convocatoria cubana. Asimismo, Marcelino Oreja precisó que la presencia de España en esta reunión no presuponía una articulación definitiva del Gobierno de Madrid a la conferencia: «Hemos decidido asistir como invitados a esta cumbre por el momento, y ello no supone ningún cambio radical de nuestra política exterior, con sus dimensiones europea, africana y latinoamericana, ni está en contra de la opción OTAN, que preconiza la Unión de Centro Democrático», concluyó el ministro.

Marcelino Oreja añadió que por el momento no se había decidido cuál será el nivel de la representación española en La Habana, y se empieza a especular con la posibilidad de que sea el propio embajador, Manuel Ortiz, quien encabece la delegación hispana. Esta decisión podría estar condicionada por el malestar que ha causado en Estados Unidos, en algún país europeo y en el ala derecha de UCD la decisión de asistir a la cumbre de Cuba. Por ello, el Gobierno, y en especial el ministro Oreja, se ha curado en salud señalando que la presencia en La Habana, si tiene un significado político, no condiciona la política atlantista de UCD. Esta precisión le fue hecha al secretario de Estado norteamericano, Cyrus ,Vance, por Suárez, en Quito.

Las reticencias americanas, más duras en un principio y resignadas en la actualidad, podrían estar en el origen de la decisión que el Gobierno debe adoptar sobre el nivel de representación de España en la conferencia. El ministro señor Oreja propuso al secretario de Estado Carlos Robles Piquer como jefe de la delegación hace varias semanas, pero, al parecer, la propuesta está sin respuesta definitiva.

Se sabe que en esta conferencia España intentará adoptar posiciones comunes con varios países latinoamericanos y en especial con los del Pacto Andino. Por ello no se excluye que si los cancilleres del Pacto deciden reunirse antes de la cumbre (Perú y Bolivia asistirán como observadores, mientras que Venezuela, Colombia y Ecuador lo harán como invitados, al igual que España), España asiste a dicha convocatoria (ahora que consiguió el título de observador permanente del Pacto Andino) para coordinar la actitud de los seis países ante la reunión de La Habana.

Una reunión en la que se espera que cuestiones que interesan a España, como Guinea Ecuatorial y el Sahara occidental, salgan a debate e incluso entren en alguna de las resoluciones finales. Resoluciones que preocupan especialmente a Estados Unidos, porque en ellas podría quedar incluida la situación política de Puerto Rico, a petición de la presidencia cubana, según le fue comunicado con preocupación a Ia Administración española por fuentes diplomáticas norteamericanas.

La presencia de España en esta reunión sanciona, de momento, los debates abiertos en el seno de UCD sobre la oportunidad de asistir o no a esta convocatoria. El ala más atlantista del partido, integrada por Javier Rupérez, Ignacio Camuñas y Alberto Ballarín, se opuso en un principio a esta presencia, que contaba con el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, y del propio presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.