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Garaikoetxea, partidario de medidas de reconciliación en el País Vasco

El presidente del PNV y del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea, ha realizado unas declaraciones al diario estadounidense The New York Times (NYT), en las que se muestra partidario de medidas de reconciliación en el País Vasco, si ETA depone las armas. Las declaraciones fueron efectuadas doce días antes de los atentados de ETA (político-militar) contra la población civil de Madrid, pero fueron publicadas ayer por el diario neoyorquino. El revuelo que en medios políticos ha causado la mencionada entrevista parte principalmente de que el autor de la misma, corresponsal en Madrid del NYT, interpreta la posición del señor Garaikoetxea como una propuesta de amnistía para los etarras. Nuestro corresponsal en Bilbao, Javier Angulo, recogió ayer las aclaraciones del dirigente vasco.El propio lendakari se encontraba ayer preocupado por el revuelo que sus declaraciones habían producido en diversos estamentos del Estado, al ser reproducidas en España en un contexto bien distinto al que existía cuando las hizo al periodista del NYT

«A una pregunta del informador americano en torno a las posibilidades de alcanzar hoy una normalización en Euskadi», afirma el señor Garaikoetxea, «le respondí que creía que un objetivo primordial era buscar una reconciliación con generosidad, con amplitud de miras, con un sentido de perspectiva histórica, sin dejarnos ofuscar por las pasiones del momento político.»

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Garaikoetxea no pidió explicitamente la amnistía para los presos vascos

(Viene de primera página)Carlos Garaikoetxea añadió: «Sugerí que todos teníamos la obligación de entablar un diálogo aun con los sectores más antagónicos para ver si la crítica situación política que hoy vive Euskadi tiene una solución pacífica, de reconciliación. Este era el sentido de mis declaraciones, que se han visto trágicamente desactualizadas por los últimos acontecimientos.»

«Yo comprendo», añade, «que la palabra amnistía, aparte de los problemas que el término en sí ofrezca hasta desde una perspectiva constitucional, puede resultar incomprensible para muchos sectores, y mucho más en la actualidad. Cuando hice las declaraciones al New York Times decía que en los grandes momentos históricos, como son, a mi entender, los que atravesamos hoy, se impone tener una perspectiva histórica. Por ello decía al periodista que probablemente dentro de cuarenta años, nuestros sucesores, cuando miren atrás y contemplen esa reconciliación, que pudiera producirse a través de un perdón generalizado, encontrarán, con esa perspectiva histórica, muy natural que el pueblo vasco haya sido capaz de encontrar una fórmula de reconciliación. Yo añadía luego que no podía ser una reconciliación sobre cualquier base, que debía ser una reconciliación que exigiera una tesitura reconciliatoria de todas las partes implicadas.»

Para Carlos Garaikoetxea un alto el fuego por parte de «quienes empuñan las armas» y medidas de gracia para los presos vascos, por parte del Gobierno, pueden ser, acaso, las condiciones necesarias para la reconciliación.

«Muchos pensamos, tras los trágicos atentados del País Vasco y Madrid, que hablar de medidas de gracias hoy es un sarcasmo trágico.

El propio Consejo General Vasco calificaba, a raíz de estos acontecimientos de "grave contradicción" la de aquellos que reivindican la amnistía y no son capaces de respetar la vida y los derechos de las personas.

Pero sin que las ramas nos impidan ver el bosque, desde una perspectiva histórica, creo que no debemos, ni siquiera hoy, abandonar la idea de reconciliación.»

Recuerda Carlos Garaikoetxea cómo en situación menos dramática que la actual declaró una y otra vez que para hablar de reconciliación era imprescindible que todas las partes implicadas, y fundamentalmente ETA, observaran una actitud inequívoca de receptibilidad y deseo de lograr el objetivo de la normalización.

«No es precisamente», afirma, «una actitud receptiva la que muestra ETA en estas fechas. Por ello creo que en las actuales circunstancias no se den las condiciones imprescindibles para que el tema sea abordado.»

«Aunque sé que es delicado decirlo, considero que hoy, si ETA diera muestras inequívocas de que busca la paz, si ETA deja las armas, podría propiciarse un ambiente adecuado para iniciar una negociación, un diálogo o comunicación encaminados a lograr esa reconciliación de la que hablo.»

Insiste el presidente del PNV y CGV en que del tema de la amnistía no se ha hablado con el Gobierno «ni a otros niveles». Señala el señor Garaikoetxea que, al hacer la declaraciones a New York Times, «me moví más en el terreno de las ideas, de los objetivos deseados que en planes concretos». Sin embargo, no es optimista sobre la eventualidad de que el Gobierno estudie seriamente la promulgación de unas medidas de gracia generalizadas.

«Yo no me puedo poner en la piel del Gobierno, pero tengo la casi absoluta seguridad de que, hoy por hoy, el Gobierno juzga que se han colmado todas las posibilidades, toda capacidad de entablar una negociación con ETA de cara a la reconciliación.»

Para Carlos Garaikoetxea reconciliación es sinónimo de pacificación, de normalización de la vida en Euskadi. Sin embargo, teme que unas nuevas medidas de gracia no traigan quizá consigo la pacificación definitiva del País Vasco.

«Tenemos una triste experiencia en la anterior amnistía. Hay sectores que aducen que la normalización de la vida política no se ha producido todavía en el País Vasco. Yo creo que, efectivamente, la normalización completa de la vida política en nuestro país se producirá cuando el autogobierno razonable invocado democráticamente por el pueblo vasco se produzca, y, por consiguiente, esa nueva amnistía -de producirse-, tras esa normalización, podría tener bastantes más posibilidades de ser concluyente que la que se produjo en su día con la anterior amnistía.»

«Pero esto, hoy por hoy, es hablar de futuribles. Creo que hoy quien habla en mis circunstancias tiene que sentir un tremendo escrúpulo para abordar este tema, porque lo más próximo que se siente en este momento es la tragedia, el drama de esas personas que se han visto afectadas por los atentados de los días pasados.

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