Polémica en EEUU por los beneficios de las compañías de petróleos
Los beneficios conseguidos por las compañías petrolíferas norteamericanas en los seis primeros meses del año, que arrojaron un aumento medio del 69%, han desatado una oleada de críticas que puede favorecer la aprobación de la ley de energía presentada por el presidente Carter.Las asociaciones de consumidores acusan a las compañías de ser las únicas que se han beneficiado de la crisis de energía que padece Estados Unidos.
El presidente Carter presentó un proyecto de ley para el desarrollo de nuevas fuentes de energía basado en la creación de impuestos sobre beneficios de las compañías petrolíferas. Sin embargo, el brillante ejercicio realizado por las compañías durante los primeros seis meses del año hace difícil creer las quejas de los magnates del petróleo. Una pequeña compañía como la Ashland OH consiguió en el segundo trimestre del año un aumento del 80% en sus beneficios, mientras la Exxon, la mayor compañía petrolífera del mundo, consiguió un aumento del 20%.
Las compañías aseguran que sus beneficios provienen de sus operaciones en el extranjero y de la venta de productos petroquímicos y no de la venta de gasolina, cuyo precio estaba controlado en Estados Unidos.
Sin embargo, los críticos aseguran que durante el pasado mes de junio el precio de la gasolina aumentó en un 50% a raíz de la escasez de carburante que dejó semidesiertas las carreteras del país.
Con la subida del precio terminó la escasez y se teme que en caso de una nueva crisis el Gobierno elimine todos los controles sobre el precio del carburante como medida más eficaz para combatir el problema.
Las compañías petrolíferas han desencadenado una campaña para convencer al público de la honradez de sus operaciones y publican anuncios a toda página en los principales diarios del país, en los que detallan sus negocios.
El principal argumento de las compañías es que los beneficios que obtienen no están desproporcionados a sus inversiones, y aseguran que mientras la rentabilidad del capital invertido en la industria manufacturera es de un 17,2%, las compañías petrolíferas sólo obtienen un 12,6%.
Pero los críticos subrayan que mientras la producción de las compañías aumentó en un 10%, sus beneficios se han duplicado o triplicado a costa de la economía de todos los norteamericanos.
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