Fuerte incremento del presupuesto militar francés

Por primera vez en su historia, el presupuesto militar francés para 1980 superará los 100.000 millones de francos (1.600.000 millones de pesetas). A pesar de la crisis económica, el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, anunció, la víspera del último 14 de julio (fiesta nacional francesa), su intención de revisar al alza el proyecto de programa militar para el año próximo. Pero la declaración del jefe de Estado galo sólo trascendió ayer.Según el proyecto de ley económica para 1980, el presupuesto del Ejército ya había sido aumentado en un 14% respecto al del año anterior. Su cuantía se cifraba en algo más de 88.000 millones de francos. El presidente francés, al pasado 13 de julio, confirmó, dirigiéndose a los jefes de Estado Mayor y cuadros militares, que el presupuesto militar sería aun aumentado «sensiblemente». Aún no se ha fijado el nuevo porcentaje, pero la suma definitiva superará, sin duda, los 100.000 millones de francos, que representan más de una sexta parte del presupuesto general de la nación.

Giscard d'Estaing explicitó la razón fundamental que motiva esta «generosidad», de la que, en tiempos de crisis, no se beneficia ningún otro sector de la vida francesa: «Nuestros medios de defensa», dijo, «aún no han alcanzado el nivel requerido para garantizar la seguridad de nuestra nación y para equipararse, en todos los aspectos, a los de los principales países que colaboran con nosotros o a los de los eventuales adversarios. »

Los observadores anotaban ayer que los motivos oficiales de este incremento podían explicarse por el temor que le inspira a Giscard d'Estaing la evolución del panorama internacional. En segundo lugar, como ya se informó recientemente, los mandos militares franceses habían solicitado la renovación de «comandos» de intervención rápida más allá de las fronteras, y han obtenido satisfacción. En aquella ocasión, algunos especialistas valoraron la reactualización de los «comandos» especiales como una medida inspirada por la que habían tomado los norteamericanos, consistente en formar un ejército de 100.000 hombres, que intervendría instantáneamente en los países árabes petrolíferos si la situación actual se agravara hasta límites insoportables. Las autoridades no aceptaron dicha interpretación «porque los árabes se manifiestan razonables».