Alzas masivas de precios en los países socialistas europeos

Tras dos años y medio de estabilidad en los precios, la mayor parte de los países socialistas europeos han decidido elevarlos en casi todos los productos de uso común o frecuente. El objetivo de este incremento es doble: hacer frente a la inflación, «importada» de occidente y especialmente aguda, como consecuencia de la crisis económica mundial, y aproximar los precios reales a un nivel que permita disminuir el volumen de la subvención estatal que mantenía aquéllos artificialmente estables.En el caso de Hungría, las subvenciones oficiales llegaban a alcanzar, en algunos productos de primera necesidad, hasta el 26% del precio de venta. En el sector energético, cuyos costos para el usuario eran realmente bajos, es donde los ciudadanos húngaros deberán afrontar la mayor alza, ya que las tarifas se han incrementado en un 55%. En el resto de los bienes de consumo afectados, desde los productos alimenticios a las entradas de espectáculos, el alza oscila entre un 20% y un 30%.

Checoslovaquia ha encarecido en la misma proporción los productos energéticos (gasolina, luz y gas), mientras Bulgaria impuso ya, hace mes y medio, drásticas medidas de ahorro de combustible, completadas ahora con un alza en los precios de hasta un 100%. Rumania se había adelantado a esta oleada elevando los costos al consumidor, en el caso del combustible, en un 40%. Dos excepciones, por ahora, las constituyen Polonia y la República Democrática Alemana, donde la estabilidad se mantendrá en casi todos los sectores del consumo. Varsovia teme una repetición de los incidentes de diciembre de 1970, que provocaron la caída de Gomulka, al terminar sangrientamente las manifestaciones contra el alza de los precios. Berlín desea, por su parte, que este año concluya sin aumentos de precios, para dejar a los ciudadanos de la RDA un buen recuerdo del trigésimo aniversario de la creación de la República Democrática Alemana.

La propia Yugoslavia ha optado por un ajuste de precios relativo, dentro del sector de las comunicaciones aéreas (un 50% más caras desde ahora, para los vuelos nacionales), panadería y tabacos.

El problema de la adecuación de los precios a la realidad del mercado fue tema de la última reunión del Comecon en Moscú, en la que el primer ministro soviético, Alexei Kossiguin, forzó a los aliados de la URSS a aplicar un criterio que permitiese la cobertura de los costos reales de producción mediante un alza de los precios.

Días atrás, la Unión Soviética adoptó alzas de precios similares a las ahora puestas en vigor en los citados países del bloque socialista.