Detenidos los supuestos autores del atentado contra California 47

Alfonso Rodríguez García y Carmen López Anguita, presuntos miembros de los GRAPO y dos de los once miembros más buscados por la policía, fueron detenidos ayer en la plaza de Santa Bárbara, de Madrid. Según una nota oficial difundida a última hora de ayer por el Ministerio del Interior, ambos han reconocido su participación directa en el atentado contra la cafetería California 47, ocurrido el pasado día 26 de mayo en Madrid y a consecuencia del cualfallecieron ocho personas. Según la citada nota oficial, los detenidos han confesado también su participación directa en otros seis atentados criminales, entre los que se encuentran el ametrallamiento de dos agentes de la Policía Nacional en el polideportivo de La Elipa, el ametrallamiento de una pareja de la Guardia Civil en la calle de Pedro Alonso, del barrio de Canillas, y el atentado contra el general de brigada Agustín Muñoz Vázquez.

En medios cercanos a la Jefatura Superior de Policía de Madrid se detectó ayer tarde una seria contrariedad por la rapidez con que algunas fuentes policiales difundieron la noticia, ya que ello impedía las posibilidades de éxito de una operación más amplia.Al parecer, y siempre según informaciones oficiosas, la detención se produjo después de que en los últimos días hubieran sido aprehendidos elementos cercanos a los GRAPO, que, siempre según esta versión, habrían facilitado a la policía la dirección de un piso franco situado en la cuarta planta del número 7 de la calle Isla de Arosa, en la zona de Peña Grande.

Algunos vecinos -informa Europa Press- aseguraron que por la mañana vieron a dos inspectores de Policía que llegaban al edificio con una persona encapuchada y esposada. Más tarde vieron cómo los dos detenidos salían custodiados por policías, y añadieron los mismos testigos que la pareja vivía desde hace algún tiempo en aquella dirección.

En el piso mencionado se encontraron tres artefactos explosivos y varias metralletas y pisto las. Uno de estos artefactos fue explosionado, sobre las tres de la tarde, en un pequeño descampa do situado junto a bloques de, viviendas en aquella zona, ya que, al parecer, ofrecía riesgo de activarse al trasladarlo.

Los artificieros consiguieron trasladar el artefacto al descampado y hacerlo explosionar a distancia con la utilización de cables de unos veinte metros de longitud. La explosión fue escuchada perfectamente en un amplio radio de la zona norte de Madrid, causando gran alarma, ya que, aunque la policía desalojó la zona de la explosión, no fueron advertidos los vecinos. La onda expansiva rompió los cristales de los edificios números 7 y 9 de la calle Isla de Arosa. No se produjeron heridos, salvo algún leve corte por rotura de cristales.

La zona donde se registró el suceso es de viviendas populares. Buena parte del primer tramo de dicha calle está ocupado por edificios construidos para viviendas de porteros y conserjes y otra parte de la misma calle es de viviendas de taxistas.

Tras la explosión provocada pudo advertirse una notable confusión entre los propios agentes que participaron en el hecho. De acuerdo con las informaciones recogidas en el lugar, alguno de ellos interpretaba que el explosivo era una trampa destinada a la propia policía, que habría recibido una llamada anónima dando cuenta del piso franco.

Esta impresión, sin embargo, está radicalmente contradicha por la convicción generalizada de que la policía había localizado el piso tras las declaraciones de personas detenidas en los últimos días. Además de los atentados anteriormente citados, los detenidos han confesado su participación directa en los atentados contra el centinela de la comisaría de Universidad, contra el inspector de la policía Angel Rodríguez Hermida, en el barrio de Moratalaz, y contra el policía nacional Angel Alfaro. También han intervenido en otros quince hechos delictivos, casi todos ellos de naturaleza terrorista o atracos a mano armada a entidades bancarias. Entre los hechos terroristas en que aparecen implicados figura el atentado contra el ex director general de Seguridad Emilio Rodríguez Román, que resultó con heridas gravísimas.

Pasa a página 13