Los establecimientos de Malasaña cerraron ayer durante una hora
La casi totalidad de los establecimientos comerciales de la zona centro de Malasaña, la más próxima a la plaza del Dos de Mayo, cerraron ayer sus puertas, de once de la mañana a doce, como reacción al atentado del sábado último y en demanda de un esclarecimiento de lo ocurrido. Bares y cafeterías iban a adoptar idéntica actitud a la misma hora de la noche.La Asociación de Vecinos de Malasaña había convocado este paro del comercio para exigir una mayor seguridad, que, a su juicio, sólo puede conseguirse mediante la creación de una policía de barrio, cuyos miembros sean conocidos por los vecinos. Sólo de esta manera -opinan- puede crearse un clima de confianza mutua que contribuya a superar la actual situación de miedo y violencia.
El último episodio de naturaleza violenta tuvo lugar, precisamente, poco antes de la medianoche de ayer, cuando un grupo de unos quince ultras, muchos de los cuales esgrimían cadenas y palos, recorrieron toda la calle de Velarde en actitud amenazante, con la intención de desalojar a las personas que en ese momento se encontraban en la plaza del Dos de Mayo. La protección de la policía impidió que se produjese un enfrentamiento entre vecinos y ultras.
Denuncia por malos tratos
La Joven Guardia Roja ha presentado, por otra parte, ante el Juzgado de Guardia número 9 de Madrid, una denuncia por presuntos malos tratos a los cinco detenidos en la asamblea celebrada el pasado martes, en la plaza del Dos de Mayo, para protestar por el atentado de Malasaña. Los cinco detenidos, cuatro de los cuales pertenecen a la Joven Guardia Roja, permanecían ayer tarde en las dependencias policiales.
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