Boicot a Sadat de numerosos dirigentes árabes "cumbre" de Monrovia
El presidente argelino, Chadli Benjedid, y la mayoría de los jefes de las delegaciones árabes salieron ayer de la sala de reuniones de jefes de Estado cuando el presidente egipcio Anuar el Sadat subió al estrado para defender ante esta decimosexta cumbre de la OUA el tratado egipcio-israelí y la postura de su país.
Con la excepción de los presidentes de Sudán y Somalia, los jefes de la delegación marroquí tunecina, libia, además de la delegación argelina en pleno, abandonaron la sala, para significar as su rechazo a la participación del presidente Sadat en esta conferencia cumbre de la OUA.Como compensación por la actitud de las delegaciones árabes el jefe del Estado egipcio fue recibido con un prolongado aplauso por los asistentes. La cumbre ha adoptado una posición intermedia con respecto a Egipto, negándose a condenar el tratado egipcio -israelí, como pedían los países árabes, pero admitiendo que en el conflicto de Oriente Próximo no puede haber solución sin que sean tenidos en cuenta los legítimos derechos del pueblo palestino.
En su intervención de apertura de la conferencia, en el primer día de sesiones, el presidente d Sudán, Gaafar El Numeiry, atacó duramente a Tanzania por la intervención de sus tropas en Uganda, lo que provocó una in mediata réplica del presidente Nyerere. «Es extraño que se acuse a Tanzania», dijo Nyerere, «cuando en realidad fuimos nosotros los agredidos, y la OUA no dijo absolutamente nada cuando Idi Amin ocupó la franja de Kagera, en territorio tanzano.»
El tema de la intervención de Tanzania en Uganda, a la que vienen a añadirse las declaraciones formuladas ayer por el ex presidente Lulé, según el cual Nyerer trata de convertir a Uganda en una marioneta de Tanzania, estará en el centro de los debates de esta cumbre porque son numerosos los jefes de delegaciones que han considerado que esa intervención sienta un serio precedente en África, y que quizá debido a ella será necesario una reforma de la Carta de la OUA.
Ataques a Francia y Gran Bretaña
En su intervención de ayer, el presidente de Nigeria, uno de los países que ha cobrado más relieve en el plano africano en los últimos años, se refirió a los conflictos interafricanos y en particular al de Chad, cuya representación en esta cumbre ha quedado definitivamente vacante. El presidente nigeriano, Olasegun Obasanjo, después de criticar duramente a Francia por sus intervenciones en los asuntos internos de Chad y a otras potencias africanas que no mencionó, dijo que, a pesar de haberse dejado convertir en instrumentos por esa potencia colonial, los actuales jefes del Gobierno de Ndjadema habían aceptado participar en una nueva conferencia de reconciliación de todas las tendencias de Chad, que tendrá lugar en las próximas dos o tres semanas en Lagos.
Otra potencia europea, también duramente atacada en las primeras intervenciones de los presidentes africanos, fue Gran Bretaña, que ha sido severamente acusada por lo que los oradores han calificado de «manipulación colonialista» de la situación en Zimbabwe-Rodesia.
El más duro al atacar a Gran Bretaña fue, naturalmente, el líder del ZAPU y copresidente del Frente Patriótico, Josua Nkomo, invitado a hablar en la sesión inaugural de la conferencia. El discurso de Nkomo se refirió numerosas veces a la ayuda que han prestado y prestan a su movimiento los países socialistas. Estas alusiones, al parecer, no han gustado en la conferencia, ni siquiera entre los jefes de Estado de los países progresistas, que consideraron que era innecesario«asustar con esas expresiones a los países moderados».
Sahara
El tema del Sahara sigue siendo objeto de referencias por casi todos los oradores, pero la ausencia del rey Hassan II de la cumbre parece haber restado dimensión a las posibles discusiones sobre el tema.
El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, repitió en Monrovia las explicaciones dadas en Rabat por el soberano marroquí sobre su ausencia de la conferencia, reiterando que se debe al aumento de la tensión en Marruecos tras el reciente ataque Polisario contra Tichla, en el Sahara mauritano, y Tata.
Según algunas fuentes, el rey Hassan II habría querido restar trascendencia, con su ausencia, a las discusiones que seguramente tendrán lugar sobre el Sahara y porque, naturalmente, se verán mermadas por el relativamente escaso poder decisorio de la delegación marroquí.
Algunos presidentes, como el de Mali, han lamentado la ausencia de Hassan II, aunque casi todos han reafirmado que con un mínimo de buena voluntad de las partes se podría llegar a una solución sobre la base de las recomendaciones del comité ad hoc de la OUA, que, en líneas generales, preconiza la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación.
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