Eanes anuncia la disolución del Parlamento portugués
En una alocución radiotelevisada a las once de la noche, hora de Madrid, el presidente portugués anunció la disolución del Parlamento la semana próxima, inmediatamente después de la aprobación del programa de un Gobierno de gestión y, según el propio Eanes, neutral e independiente de los partidos políticos.En Lisboa se daba anoche como muy probable que el nuevo jefe de Gobierno sea una mujer, María Lourdes Pinta Silvo, actual embajadora portuguesa ante la UNESCO, muy vinculada personalmente al presidente Ramalho Eanes y sin filiación Política conocida. La señora Pinta Silvo pasa por ser una católica progresista.
El presidente portugués, general Ramalho Eanes, informó ayer al Consejo de la Revolución de su decisión de disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones legislativas en el plazo, constitucionalmente previsto, de noventa días. El Consejo de la Revolución, a quien compete autorizar la disolución de la Asamblea dio su aprobación a la resolución presidencial.
Los partidos políticos estudiarán ahora las razones invocadas por el jefe del Estado para tomar una determinación con la que la mayoría absoluta de los diputados no estaba de acuerdo.
«Creo que debemos acatar la decisión presidencial pero la considero equivocada porque lleva directamente hacia la victoria de una estrategia de ruptura institucional y de bipolarización de la vida política portuguesa», declaró inmediatamente el profesor Sousa Franco, dirigente de la Asociación Socialdemócrata Independiente.
Los tres particios de la Alianza Democrática -Social Demócrata, Demócrata Cristiano y Popular Monárquico-, que consideran la decisión presidencial como el triunfo de los puntos de vista por ellos defendidos, critican severamente la «metodología» aplicada por el jefe del Estado a lo largo de la crisis.
La primera Asamblea de la República, elegida en Portugal conforme a la Constitución de 1976, ha sido disuelta un año antes del término de la legislatura. Por disposición expresa de los diputados constituyentes de 1975, el fin del mandato de los actuales parlamentarios no significa el fin de la actual legislatura: el Parlamento que saldrá de las elecciones del próximo mes de octubre se limitará a concluir el mandato de su predecesor.
