Nuevos atentados y ejecuciones en Irán
Terroristas no identificados destruyeron un puente y atacaron una estación de radar a primeras horas de ayer al suroeste de Irán, donde el miércoles fue volado el segundo oleoducto en menos de una semana.
El puente destruido se encontraba a unos cinco kilómetros del importante centro portuario de Jorramshahr, cuyas comunicaciones ferroviarias con la ciudad petrolera de Ahvaz quedaron cortadas.
La estación de radar atacada, en la que hubo víctimas aunque su número no fue facilitado, se encuentra cerca de la frontera entre Irán e Irak, y los atacantes utilizaron ametralladoras y cohetes.
En Teherán, tres mujeres, acusadas de ser propietarias de burdeles, fueron pasadas por las armas, después que un tribunal revolucionario las declaró culpables de organizar redes de prostitución a escala nacional y de haber «arrastrado a la prostitución a numerosas adolescentes y mujeres».
También fue ejecutado ayer el propietario de un semanario, acusado de «importar filmes pornográficos, haber sido uno de los inspiradores del golpe contra el nacionalista Mossadegh en 1953 y espiar en favor de Israel».
En Dezful, al sur del país, fue fusilado igualmente un hombre acusado de contrabando de armas, sabotajes y «conspiración contra la República Islámica».
Y en la ciudad norteña de Lahijan fue ejecutado por orden del tribunal revolucionario local un ex policía, acusado de haber asesinado a tres manifestantes anti shah durante la agitación prerrevolucionaria.
