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No se produjeron los esperados cambios en la dirección del PCI

Juan Arias

Después de un día y una noche de debate, el Partido Comunista italiano renovó sus órganos de gobierno: la dirección y la secretaría. En el XV Congreso Nacional del EUR, en Roma, habían sido confirmados sólo el secretario general, Enrico Berlinguer, y el presidente, Longo. Todos los otros cambios habían quedado congelados hasta después de las elecciones. Había mucha expectación por los relevos que podrían darse en la cumbre del partido, después de un comité central duramente crítico con la actual dirección. Hasta el último momento, se había hablado de la posibilidad de designar, junto a Berlinguer, dos vicesecretarios. Se había dicho también que se volvía a desempolvar el antiguo «centro político», del que formarían parte las figuras más eminentes del partido. Aquí debía entrar también Pietro Ingrao, que ha vuelto a ponerse en primera línea de la vida política del PCI, después de su renuncia a la presidencia de la Cámara de Diputados.En realidad, nada de esto ha sucedido y prácticamente se ha confirmado el poder de Berlinguer, aunque han perdido posiciones los hombres situados más a la derecha del partido y han conseguido adelantar algunos jóvenes progresistas.

Pero quizá la nota más saliente en la constitución de la nueva secretaría del partido, que, como habían criticado durante la reunión del Comité Central, sólo tiene funciones ejecutivas, pero que, en realidad, es el verdadero centro de poder, han sido la exclusión de hombres como Giancarlo Pajetta, Paolo Bufalini, Giovanni Cervetti y Luca Pavolini, y, sobre todo, la «no entrada» de Pietro Ingrao. Aunque aún no se puede saber si ha sido el mismo Ingrao quien ha preferido quedarse fuera para tener las manos más libres.

La actual secretaría ha quedado formada por Berlinguer, Alessandro Natta, Giorgio Napolitano, Aldo Minucci, Girardi y La Torre.

Mientras tanto, la atención política sigue con los ojos puestos en Bettino Craxi, presidente del Consejo de Ministros, encargado de formar Gobierno. El hecho más saliente es el apoyo total de su partido, el Socialista, que pocos esperaban.

Los comunistas mantienen su prudencia, aunque con un editorial de L'Unita han considerado el hecho como «positivo». Los más desconcertados son los democristianos, donde hay un sector que acusa al secretario general del partido, Benigno Zaccagnini, de «haberles llevado a la bancarrota».

Al parecer, algunos líderes de la DC quieren colocar a los socialistas entre la espada y la pared: si hay acuerdo con los comunistas, negarán el apoyo al Gobierno Craxi; sólo se lo darán si aceptan rehacer el centroizquierda, sin el PCI. Pero temen que el PCI pueda conceder a Craxi lo que ni antes ni después de las elecciones quiso dar a Andreotti: una abstención.

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En este caso, los democristianos se verían, ellos mismos, entre la espada y la pared.

Detenido el profesor Faina

La policía italiana ha detenido al profesor Gianfranco Faina, de 44 años, considerado el fundador de Azione Rivoluzionaria, organización terrorista cercana a las Brigadas Rojas y Prima Línea, informa la agencia Efe.Con la detención de Faina, la policía cree haber dado un duro golpe a la organización terrorista, ya que el pasado mes de abril también fue detenido otro cerebro de Azione Rivoluzionaria, el chileno Juan Paillacar Soto, de veinticinco años.

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