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Malestar del PSOE por las negociaciones PNV-UCD sobre el Estatuto vasco

Soledad Gallego-Díaz

La supresión del artículo «la» en un texto del Estatuto de Guernica provocó ayer un incidente entre los representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Al abandonar la reunión de la ponencia, el diputado del PNV Marcos Vizcaya acusó a los socialistas de boicotear acuerdos alcanzados en la Moncloa, en las negociaciones bilaterales con UCD, y de haberse opuesto a una mejora relacionada con la defensa del euskera. El diputado socialista Alfonso Guerra acusó a su vez al señor Vizcaya de mentir y de pretender conseguir en la Moncloa lo que no pudo obtener en la Asamblea de Parlamentarios en Guernica.

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El conflicto se centra fundamentalmente en el apartado cinco del artículo seis que, en su texto original, dice: «La Real Academia de la Lengua Vasca (Auskaltzaindia) es la institución consultiva oficial en lo referente al euskera. El Partido Nacionalista Vasco, de acuerdo al parecer con UCD, pretendía suprimir el artículo, de forma que la real academia mencionada pasaría a ser una de las instituciones consultivas oficiales. La postura contraria de los socialistas contó con el apoyo del representante de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés y por primera vez se formaron dos bloques, izquierda y derecho, entre los representantes vascos. Según explicó el señor Guerra, en el fondo de la discusión se planteaban opciones diversas sobre el futuro del euskera: la Real Academia (Auskaltaindia) defiende la unificación de esta lengua mientras que el PNV propicia la defensa de sus diferenciaciones actuales.Al margen de este incidente, los trabajos de la portencia, que alcanzó ayer casi el ecuador de los debates, se desarrollaron sin fricciones especialmente graves y con la atención de todos centrada en las negociaciones bilaterales UCD-PNV, que continuaron ayer con dos nuevas entrevistas del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y del presidente del PNV, Carlos Garaicoetxea. Aunque el clima que flota en los pasillos del Congreso es optimista en cuanto a un resultado final positivo, medios cercanos a partidos de la oposición estiman que todavía no se ha llegado a acuerdos en los artículos que afectan a Navarra y en los relacionados con las competencias de orden público.

Distintos medios parlamentarios señalaban ayer que la negociación bilateral ha encontrado menos dificultades de las previstas en lo relativo a la regulación de los conciertos económicos. El PNV, al parecer, ha aceptado que la fijación del cupo con el que Euskadi contribuirá a los gastos del Estado se realice en una ley votada en el Congreso y no en una comisión mixta, como afirma el Estatuto de Guernica.

Siempre según estas fuentes, el acuerdo de principio respecto a los conciertos tropieza sólo con dificultades de redacción y se barajan dos textos alternativos, propuestos respectivamente por el ex ministro de Hacienda Francisco Fernández Ordóñez y por un experto peneuvista.

Debatidos nueve artículos

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En la reunión celebrada ayer la ponencia examinó los artículos números cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, 38, 39 y 46. En el artículo 38 se ha aprobado un nuevo apartado, en el que se remite a la Constitución el control sobre la actividad legislativa vasca delegada por la Cámara. El Grupo Socialista mantuvo un voto particular para defender la redacción inicial de los apartados dos y tres del artículo sexto, relativos a la regulación de la cooficialidad de lenguas en el País Vasco, y que fueron nuevamente redactados en la ponencia.Uno de los puntos conflictivos planteado en los motivos de desacuerdo de UCD y referidos a la ciudadanía en el País Vasco ha sido solventado mediante la alusión a la «vecindad administrativa». Con los artículos examinados en la sesión de ayer, la ponencia ha debatido y votado ya veinte de los 46 artículos de que consta el proyecto de Estatuto de Autonomía.

El diputado socialista Alfonso Guerra manifestó que el debate se estaba realizando de una forma extraña. «UCD y PNV traen unos acuerdos conjuntos», explicó, «pero, sobre todo, UCD no tiene ninguna capacidad de maniobra y no se atreve a modificar ni una coma, aunque le demos mil argumentaciones evidentes.» Según el señor Guerra, ha sido el PNV el que, en alguna ocasión, ha recogido estas argumentaciones y ha variado su voto. Por su parte, el socialista catalán Eduardo Martín Toval expresó su preocupación por el hecho de que se traten sistemáticamente los artículos menos problemáticos y se arrinconen los que tienen un auténtico contenido político.

El presidente de la ponencia, Emilio Attard, prometió facilitar hoy a la prensa los textos aprobados hasta el momento. La sesión se iniciará esta tarde con el debate de una propuesta del grupo andalucista, que desea que se añada un apartado diciendo que los poderes públicos vascos respetarán y apoyarán las culturas no autónomas, consecuencia del hecho inmigratorio. El señor Attard quitó importancia al enfrentamiento PNV-socialistas y dijo que se trataba de tensiones naturales. «Estamos casi en la mitad numérica del Estatuto, pero, en el fondo, estamos empezando la escalada de dificultades.»

Protesta de los socialistas y de Euskadiko Ezkerra

La delegación de la Asamblea de Parlamentarios vascos acordó celebrar sistemáticamente todos los días una reunión unilateral antes de iniciar los trabajos de la ponencia, a fin de que los parlamentarios del PNV informen -a sus compañeros del Partido Socialista de Euskadi (PSE) y de Euskadiko Ezkerra (EE). Los delegados vascos se reunirán también después de cada reunión de la ponencia para fijar su postura respecto a los artículos y temas que se estén debatiendo en las negociaciones extraparlamentarias UCD-PNV.En la reunión unilateral celebrada ayer, los representantes del PNV en la delegación de parlamentarios afirmaron que habían propuesto a UCD la incorporación a las conversaciones de las dos fuerzas políticas presentes también en la Asamblea, PSE y EE, pero que UCD se había negado.

Según manifestó un portavoz socialista, la delegación realizó una valoración global de las negociaciones bilaterales de la Moncloa -los expertos de UCD y del PNV volvieron a reunirse ayer para almorzar- e insistió en la necesidad de que el partido gubernamental comprenda que el interlocutor final es la Asamblea dé Parlamentarios. Un miembro del PNV se quejó de la forma caótica con que UCD y el Gobierno enfocan las conversaciones, así como de la gran duración de las reuniones. «Nosotros somos pocos y estamos agotados, ellos se relevan y siempre están frescos», explicó.

El malestar de los socialistas vascos y de EE por su exclusión completa de las negociaciones se plasmó en un comunicado conjunto hecho público ayer. Los máximos dirigentes de ambas formaciones políticas, señores Onaindía y Garayalde, de EE, y Benegas, Aguiriano y Maturana, de PSE, celebraron ayer una reunión, la primera que tiene lugar entre ambas formaciones políticas desde las pasadas elecciones del 1 de marzo.

El comunicado conjunto dice textualmente: «Ambas organizaciones de izquierda de Euskadi coinciden en que, al margen de que sea necesario el acuerdo bilateral entre UCD y PNV, es preocupante el hecho de que UCD esté pretendiendo dejar en un segundo plano el trabajo de la ponencia y buscar la ruptura del espíritu unitario que animó a las fuerzas democráticas de la Asamblea de Parlamentarios de Euskadi a la hora de elaborar el Estatuto de Autonomía, en el que han depositado su esperanza de recuperar las libertades nacionales y democráticas amplios sectores del pueblo vasco.»

Los andalucistas amenazan con abandonar la ponencia

El malestar por el desarrollo de las negociaciones bilaterales alcanza también al Grupo Andalucista, que difundió otro comunicado en el que amenaza con retirar a su representante en la ponencia vasca, «de continuarse en ella la política de hechos consumados». Según el PSA, «se está corriendo el riesgo de hurtar el debate a la ponencia, con daño para el propio prestigio del Congreso, desconcierto de la opinión pública y marginación de los pueblos de España implicados en las repercusiones del Estatuto vasco».El Grupo Andalucista afirma que la hegemonía de las instancias extraparlamentarias está colocando a la ponencia a remolque de la Moncloa, convirtiéndola de hecho en una sucursal «en la que no se aprueba más que lo que ya está aprobado fuera de ella y hasta el orden de discusión del articulado llega impuesto desde el exterior, llegándose en tal terreno a límites grotescos».

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