Documento del episcopado contra el aborto y el divorcio

La Conferencia Episcopal española hizo público ayer un documento titulado «Matrimonio y familia», en el que se contiene una toma de posición contra la regulación de la natalidad, el aborto y las relaciones prematrimoniales, así como una seria advertencia respecto a los peligros de la admisión legal del divorcio. Este documento es una versión corregida del que ya en ocasión anterior fuera acogido favorablemente por el episcopado, aunque con más votos en contra que los actuales.

En su presentación a la prensa, el portavoz del episcopado manifestó que no se encontraba facultado para dar a conocer las correcciones de Roma al documento del episcopado español. Tampoco han sido comunicados los nombres de los obispos que han votado a favor -48- y en contra -doce- (cinco prelados votaron en blanco y algunos otros se han abstenido de votar).En su texto, los obispos declaran injustificables las relaciones sexuales prematrimoniales e igualmente consideran inadmisible toda acción que impida directamente la finalidad procreadora de la sexualidad, «pues existe una inseparable conexión entre el significado unitivo y procreador del acto conyugal».

Califican el aborto como «un atentado contra la justicia, contra el amor y contra la vida de un nuevo ser, que está absolutamente indefenso» y aseguran que la nueva vida surgida de la unión de las células germinales es una realidad «contradistinta, biológicamente, de la madre, que tiene su propias peculiaridades humana V sus propias leyes de crecimiento». Establecen que «el desarrollo embrionario no hace sino actualizar los caracteres ya contenidos en el óvulo fecundado a través de un proceso continuo y sin saltos», y concluyen la necesidad de una eficaz protección al derecho fundamental a la vida humana Los obispos reclaman para la Iglesia la competencia en la ordenación jurídica de los matri monios entre cristianos, y ante la posibilidad de que el Estado pueda permitir el divorcio, recuerdan que los católicos tendrán que adoptar una línea de conducta coherente, «conforme con las exigencias de la propia fe». En el tema del divorcio, el episcopado no hace una condena tan clara y tajante como en el resto de las cuestiones mencionadas, aunque recuerda que «la mera posibilidad legal del divorcio es ya una incitación al mismo», afirmación que fundamentan en «la experiencia de otros países». No obstante, se anuncia un nuevo documento para el momento en que se plantee la discusión de una ley de divorcio.

Por lo que se refiere a los tribunales eclesiásticos, él documento episcopal dice que, «sin que de ninguna manera admitamos como absolutamente verdaderas y objetivas muchas de las acusaciones que se lanzan contra la actuación de algunos tribunales, no desconocemos que en algunos casos los procedimientos en sí mismos o determinadas circunstancias de tiempo y lugar han producido graves deterioros en el testimonio de justicia que la Iglesia debe dar ante el mundo».

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