Un periodista de la vieja hornada liberal y humanista

En una encuesta de urgencia reallzada por la agencia Efe entre los profesionales del periodismo, algunos de éstos han declarado:Josefina Carabias, columnista de Ya: «Creo que Vicente Gállego era un hombre encantador, inteligentísimo, trabajador y brillante periodista. Aunque no he trabajado con él en ningún momento, ha sido una de las personas que más me han alentado en mi trabajo. Su conversación era gratísima y su criterio muy acertado. He tenido siempre mucha coincidencia con sus puntos de vista.»

Augusto Assía, columnista de Ya: «Para mí ha sido una sorpresa muy dolorosa. Le conocí hace mucho tiempo y siempre le he considerado como uno de los periodistas más aptos y más serenos en los últimos cuarenta años.»

Miguel Angel Aguilar, director de Diario 16: «He leído sus artículos en la tercera pagina de Abc, y me sentí solidario con él por el mal trato y el engaño de que fue objeto en el asunto de la revista Mundo.

Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS: «Gállego era uno de los pocos sobrevivientes de una antigua generación de periodistas liberales. Su pérdida es no sólo la de un gran profesional, experto conocedor y crítico de la actualidad. Se inscribe también en el declinar de esta profesión nuestra en sus aspectos humanísticos, devorado como está cada día más por la cibernética y los planes de desarrollo. Quienes tuvimos la suerte de ser sus alumnos recordaremos siempre su talento de escritor, su socarrona actitud espectadora, su honestidad personal. Todo ello se puso de relieve cuando hace ya más de una década los tecnócratas al uso le arrebataron el semanario Mundo con burdas estrategias, todavía hoy en boga. Frente a los corsarios de la prensa, que nuevamente navegan en este país, Vicente Gállego representó siempre el honor del periodismo.»

Pedro Gómez aparicio, antiguo director de La Hoja del Lunes de Madrid: «Vicente Gállego es uno de los más esclarecidos periodistas españoles, no sólo desde el punto de vista del magisterio, sino desde su realización. Por sus manos pasaron generaciones de la escuela de El Debate, y todos hemos aprendido mucho de él. Tiene obras tan acabadas como la agencia Efe, el periódico Ya y la revista Mundo. Para mí, es una desgracia no sólo personal, sino que creo que nacional, pues nos ha unido una gran amistad y le reconozco como una de las figuras más ilustres del periodismo.»