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Dimisión colectiva de los altos mandos de la Policía portuguesa

El ministro portugués de Justicia aceptó la dimisión del director general y de todos los demás miembros de la Dirección Nacional de la Policía Judicial. No es exagerado calificar de «sin precedentes» la situación creada con la renuncia colectiva de la dirección de los servicios policiales, en funciones desde abril de 1977.La decisión ha sido motivada por «divergencias insuperables» entre estos altos funcionarios y el titular de la cartera de Justicia y amenaza con paralizar los servicios, si una serie de inspectores superiores llevan a cabo su intención de solidarizarse con la dirección dimisionaria.

Las quejas de la policía judicial acerca de las dificultades para llevar a cabo sus investigaciones, frente a la manifiesta falta de cooperación de parte importante de la Magistratura eran conocidas hace tiempo. El Partido Socialista llegó incluso a levantar en el Parlamento el problema del «escándalo» de la parcialidad de algunos jueces instructores, que aplicaban criterios nítidamente dispares a la hora de decidir la puesta en libertad, con o sin fianza, de personas acusadas de los más graves delitos, o al contrario, de prolongar indefinidamente la prisión preventiva.

Uno de los casos que está motivando un esbozo de campaña internacional es el de unos quince dirigentes y militantes de la izquierda extraparlarnentaria, acusados de varios atracos, y que acaban de celebrar el primer aniversario de su detención preventiva.

En cambio, los elementos de la llamada «red terrorista» de derecha, que habían sido condenados a pesadas penas de prisión por una serie de atentados (varios centenares) cometidos en 1975 y que causaron la muerte, entre otros, de dos diplomáticos cubanos, han sido puestos en libertad con fianza, después de ser aceptado el recurso de la defensa, que pedía la repetición del juicio por defectos en la instrucción.

Esta última decisión sería una de las causas próximas de la renuncia de la dirección de la PJ, pero se citan también obstáculos insuperables de los responsables del Gobierno al correcto cumplimiento de dos misiones recientemente encomendadas a la policía: la investigación de casos de corrupciones de altos funcionarios del Estado, en particular a nivel del Ministerio de Agricultura, y de la gestión de la banca nacionalizada, y la investigación del origen de las «fugas» de información que obligaron a repetir los exámenes de fin de cursos secundarios y preuniversitarios.

En un artículo publicado ayer por el órgano oficial del Partido Socialista, Mario Soares instaba al presidente de la República a poner fin, lo más rápidamente posible, a la crisis de Gobierno, acusando al Gabinete Mota Pinto de practicar «iIegalidades» y una política de «tierra quemada».

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A su vez, Mota Pinto acusa al Partido Comunista, en particular, y a todos los partidos parlamentarios, de ser responsables del descalabro general, derrotando en el Parlamento las iniciativas disciplinadoras de su Gabinete.

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