Se agudiza el conflicto entre el Colegio de Abogados de Madrid y la jurisdicción eclesiástica

El conflicto entre los tribunales eclesiásticos del arzobispado de Madrid-Alcalá y el Colegio de Abogados de Madrid, que puede convertirse en un punto de fricción entre la Iglesia y el Estado, se agudizó ayer, al insistir la vicaría judicial en celebrar un examen a aquellos abogados que han solicitado ejercer la profesión ante la jurisdicción eclesiástica.

El Colegio de Abogados de Madrid y la asamblea de decanos de toda España, según se puso de manifiesto en una nota hecha pública el pasado día 11, se oponen a dicho examen, por estimar que la exigencia de una prueba específica para ejercer la abogacía, al margen de los requisitos de titulación y colegiación, conculca lo establecido en el Estatuto General de la Abogacía.La convocatoria de dicho examen estaba fijada para el pasado día 27, pero parecía que la prueba no se iba a realizar, al menos formalmente, tras las conversaciones mantenidas entre Antonio Pedrol, decano del Colegio de Abogados de Madrid y presidente del Consejo General de la Abogacía, y Luis Gutiérrez Martín, vicario judicial del arzobispado de Madrid-Alcalá. Ese día, numerosas mujeres, pertenecientes a la Unión de Mujeres Separadas y a la Unión para la Liberación de la Mujer, se concentraron ante el seminario de Madrid, local donde estaba convocado el examen, para protestar contra el funcionamiento de los tribunales eclesiásticos. Una docena de mujeres se encadenaron a la verja que rodea el seminario de Madrid, mientras que otras enarbolaban pancartas con las leyendas de «Tribunales anticonstitucionales», «Codex, no; Constitución, sí», «Abogados independientes, sí; vacas sagradas, no».

Un representante del Colegio de Abogados de Madrid reiteró al vicario judicial la oposición del citado Colegio a la celebración del examen, y en el mismo sentido se manifestaron la mayoría de los abogados que debían someterse a la prueba. El examen no se celebró finalmente y el vicario judicial anunció la posibilidad de que dicha prueba podría ser sustituida por una exhortación en el acto de incorporación de los abogados a los tribunales eclesiásticos.

Esta posibilidad se desvaneció ayer, al comunicar el vicario judicial al delegado del Colegio de Abogados de Madrid que la Iglesia no puede renunciar a sus derechos y que, por tanto, habrá examen de acceso a los tribunales eclesiásticos para aquellos abogados que deseen ejercer la profesión ante los mismos. Para evitar que se produjese una nueva concentración de mujeres, la policía desplegó fuertes efectivos en la calle madrileña de la Pasa, donde se encuentra el edificio de los tribunales eclesiásticos, y en las calles adyacentes.

La actitud del vicario judicial y de sus superiores, jerárquicos parece significar que se consideran rotos los acuerdos a los que llegaron días pasados el primero de ellos y el decano, señor Pedrol. Según dichos acuerdos, el elenco de requisitos específicos exigidos en principio a los abogados que quieren ejercer ante los tribunales eclesiásticos se redujo a la obtención de un diploma de práctica matrimonial, después de la realización de un cursillo en la Escuela de Práctica Jurídica, vinculada al Colegio de Abogados de Madrid. Tras los últimos acontecimientos, la postura de este colegio sigue siendo contraria a que los abogados que quieren ejercer la profesión ante los tribunales eclesiásticos sean sometidos a un examen, al margen de los requisitos exclusivos de titulación y colegiación exigidos.