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Todos los partidos políticos, favorables a la incorporación de España a las Comunidades

La totalidad de los partidos políticos representados en el Parlamento se declararon ayer favorables al ingreso de España en la Comunidades Europeas, durante el primer debate que el Pleno del Congreso de los Diputados celebró sobre el proceso de integración de España a la CEE. En el curso de la sesión, en la que intervinieron los ministros de Relaciones con la CEE y Asuntos Exteriores Leopoldo Calvo Sotelo y Marcelino Oreja, los representantes de los distintos grupos parlamentarios coincidieron en declarar su preocupación por los desequilibrios regionales españoles ante el ingreso en la CEE y por la necesidad de conseguir inmediata ventajas para los trabajadores españoles residentes en Europa.

Sin grandes discrepancias -la más marcada fue la presentada por los partidos de izquierda ante la eventualidad de que el ingreso en la CEE quede relacionado, de alguna manera, con la opción OTAN- discurrió ayer la primera discusión parlamentaria sobre la futura articulación política de España en la CEE. La sesión, en la que estuvieron ausentes un elevado número de diputados de UCD -«se ve que no hay nada que votar», diría Carrillo sobre las ausencias- se desarrolló sin un debate propiamente dicho.

Fue el ministro encargado de las Relaciones con las Comunidades, Leopoldo Calvo Sotelo, quien abrió la sesión con un discurso en el que reconoció que este debate pudo haberse hecho con anterioridad. El ministro, que se felicitó por el consenso proeuropeo creado de manera espontánea por la totalidad de las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, declaró su esperanza de que el ingreso en la CEE termine antes del final de la presente legislatura. Después de exponer los motivos políticos y económicos que, a su juicio, justifican la incorporación de España al proceso comunitario, el señor Calvo Sotelo destacó las dificultades que la crisis económica aportará a la negociación, y señaló que «Europa no es una solución mágica a nuestros problemas, aunque las soluciones razonables pasan por ella».

Problemas técnicos de la negociación

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Seguidamente, el primer responsable de la negociación hispano-comunitaria se refirió a los problemas técnicos de la negociación, y tras señalar que España no tiene prisas afirmó que es precisamente a nuestro país, y no a la CEE, al que le interesa conseguir largos períodos transitorios para las adaptaciones de nuestros sectores más débiles frente a la CEE.

Posteriormente. el ministro pidió el apoyo de los partidos políticos al proceso negociador, utilizando en lo posible, sus relaciones con sus homólogos europeos. Justificó aquí actitudes contrarias al ingreso de España por parte de varios partidos franceses. como el producto de la campaña electoral interior francesa y, después de señalar que espera que la cuestión pesquera encuentre soluciones concretas en el ámbito de la CEE, concluyó su intervención afirmando que, en su opinión. el modelo político europeo encontrará una fórmula original aún no definida. El ministro dijo también que informara la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso sobre la marcha y desarrollo de las negociaciones.

Los andalucistas y el desequilibrio regional

El turno de intervenciones de los distintos grupos políticos fue abierto por el diputado del Grupo Andalucista Alejandro Rojas Marcos, que comenzó su intervención quejándose por el retraso con que llegó el debate al Parlamento. El diputado andaluz afirmó que el Partido Socialista de Andalucía es favorable a «una Europa política federal en la que los protagonistas sean los pueblos que la integren» y se declaró favorable a una negociación, prudente y sin urgencia, en la que los desequilibrios regionales constituyan uno de los temas prioritarios. Asimismo, afirmó la preocupación de su grupo por la posible homologación de los temas CEE y OTAN y por la situación de las emigrantes en Europa.

Por el Grupo Nacionalista Vasco, Xavier Arzallus intervino para ofrecer al Gobierno la colaboración de su partido en la negociación y subrayar el interés de su grupo por la situación de los emigrantes españoles y por la cuestión de los desequilibrios regionales. También hizo mención a los problemas pesquero, siderúrgico y de la pequeña y mediana empresa que habrán de surgir en las negociaciones. pidiendo para ellos la atención especial del Gobierno.

Por la Minoría Catalana, el diputado Cuatrecasas habló de la necesidad de preparar la realidad socioeconómica hispana ante la integración. Citó también los problemas regionales.

Por el Grupo Mixto intervinieron Heribert Barrera. de la Esquerra Catalana, y Jesús Aizpún, de Unión Foral Navarra. El primero se pronunció en favor de una «Europa de las naciones y no de los Estados», insistió en la necesidad de desligar la cuestión CEE-OTAN y afirmó que el ingreso de España en la Comunidad debería ser una contra prestación europea por la participación de ejércitos extranjeros (con referencia a Alemania Federal) en la guerra civil española y por no haber luchado la CEE abiertamente contra el régimen de Franco.

El señor Aizpún se declaró contrario a la Europa de las regiones. Se interrogó sobre si es posible una defensa europea sin la participación de Estados Unidos y ofreció su apoyo al Gobierno en las negociaciones con la CEE.

Coalición Democrática, por la movilización de la opinión pública

José María de Areilza intervino en el turno correspondiente al Grupo parlamentario de Coalición Democrática. El señor Areilza, tras recordar que fue Fernando María Castiella quien presentó ante la CEE la primera petición de España, de acercamiento a las Comunidades en 1962 y señalar que él mismo realizó la primera gira europea para preparar la candidatura española, resumió en cuatro punto las cuestiones que su grupo parlamentario considera urgentes de cara a la integración en las Comunidades: necesidad de modernizar las estructuras españolas, de mantener una homogeneidad política similar a la de los países de la CEE, de iniciar con urgencia las negociaciones y crear en España un ambiente favorable al ingreso en la CEE.

Por Socialistas de Cataluña habló Ernest Lluch, que declaró que el ingreso en la CEE era un tema de Estado, pidió un calendario preciso de la negociación y afirmó que esperaba que, «tras el ingreso, la CEE no presentara motivos de desacuerdo a los estatutos de autonomía».

Por el Grupo Comunista tomó la palabra Santiago Carrillo, quien destacó la vocación europeísta de su partido, desde el punto de vista marxista, y se declaró favorable a la construcción de una Europa de los trabajadores y política que se sitúe frente al bipolarismo USA-URSS. Subrayó su preocupación por una posible asimilación del tema comunitario a la cuestión OTAN y se pronunció en favor de una defensa exclusivamente europea. Después de declarar su preocupación por la situación de los emigrantes, sector pesquero y problemática específica de Canarias, Santiago Carrillo propugnó la creación de una comisión especial de seguimiento de las negociaciones por parte del Parlamento y de un organismo que reúna a los sindicatos y sectores empresariales interesados en el proceso.

Por el PSOE, Manuel Marín afirmó la posición favorable de su partido a la unión política europea, destacó que la Europa de los doce favorecerá la inclinación hacia e Mediterráneo, aunque agudizará las diferencias entre el Norte y el Sur, y se extendió en el problema de los desequilibrios regionales.

El señor Marín dijo que la política europea no debía olvidar los intereses de España en el Mediterráneo y pidió generosidad para los productos magrebíes competitivos de España una vez que se produzca el ingreso en la CEE. El diputado socialista terminó su intervención con cuatro peticiones: definición por parte del Gobierno del alcance y contenido del organismo negociador, que la negociación se debata en la Comisión de Exteriores del Congreso, que las comunidades autónomas queden incorporadas en la negociación y que el Gobierno inicie desde ahora una política de concertación regional con los países comunitarios.

Cerró el turno de intervenciones Javier Rupérez, por el grupo centrista. El señor Rupérez, después de afirmar que el debate no llegó tarde al Congreso, dijo que para UCD debe conseguirse la unión europea con altos grados de integración supranacional y citó la definición de los Estados Unidos de Europa como la fórmula más aceptable por su partido, señalando que, por el momento, no es necesario pronunciarse sobre una Europa federada o confederada. Por otra parte, el portavoz centrista se manifestó favorable a la instauración en el Consejo Comunitario de un sistema de decisión por voto mayoritario.

Oreja y la defensa europea

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, intervino después de la ronda de declaraciones de los grupos parlamentarios con una declaración en la que situó la opción europea de España en el contexto de la política exterior del Estado. El señor Oreja, en respuesta a varias alusiones, negó la existencia de discrepancias entre su Ministerio y el de Relaciones con la CEE en el tema europeo, mencionando al Consejo Coordinador, que el preside, como centro de concertación de esta política (Calvo Sotelo insistió más en la comisión delegada del Gobierno para esta concertación).

El ministro se refirió en su intervención al problema de la defensa europea y, sin excluir la posibilidad de una política de defensa exclusivamente comunitaria, afirmó que ello no era, a su juicio, viable, porque no se imaginaba una política de defensa de la Europa del Este sin la Unión Soviética.

Al término de esta intervención, se abrió un turno de réplica sin debates frontales e inmediatamente después se pasó a la presentación y votación de tres resoluciones presentadas: una de UCD pidiendo al Gobierno que continúe informando al Parlamento sobre el desarrollo de las negociaciones, que fue aprobada por mayoría absoluta; otra del Grupo Comunista en favor de la creación de un organismo que siga el desarrollo de las negociaciones, que fue rechazada y sólo contó con los votos del PCE y del PSA; y una última presentada por el grupo andalucista en favor de la libre circulación de los trabajadores españoles en la CEE inmediatamente después de la integración, también rechazada y que contó con los votos del PSA y del PCE.

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