Critica anónima
Soy asiduo lector de su periódico, y como tal, el jueves 21 de junio de 1979, fui desagradablemente sorprendido al leer una nota corta y sin firma sobre mi exposición en la galería SEN, de Madrid.Parece ser que al anónimo crítico de la sección de arte no le gustó, cosa a la que por otro lado tiene perfecto derecho. Allá él.
Ahora bien, pienso que en el anonimato es donde se escudan los cobardes, fracasados y resentidos.
Quisiera con ésta poner en conocimiento de tal «señor», y para su orgullo, que en veinte largos años de vida profesional es la primera vez que alguien se mete con mi obra con tanta saña y en tan corto espacio.
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