Pamplona se vuelca en la preparación de los sanfermines
«Este año vamos a vivir los sanfermines más grandes de la historia de Pamplona; este año tenemos un solo grito: iViva San Fermín!», afirma un mozo de una peña. La fecha aciaga del 8 de julio de 1978, la van a enterrar los pamplonicas de un «chupinazo», con baile a la música del txistu, vino y toros (un buen cartel, por cierto). Diez días de fiesta interminable, una vigilia lúdica de 228 horas vividas minuto a minuto, es lo que se está preparando. Los hoteles sueñan con un lleno hasta la bandera que compense el desastre económico del a¡ío pasado, y las reservas llegan de todo el mundo. El alcalde de la ciudad, Julián Balduz, sueña, a su vez, con ser por diez días el regidor de la capital mundial de la fiesta. Fermín Goñi, corresponsal de EL PAÍS en Pamplona, cuenta en este reportaje el ambiente que se vive en la capital navarra.
«Este año empezamos los sanfermines el 30 de junio. Hasta el día 6 van a ser días de entrenamiento. Luego, las fiestas a tope.» Y, de verdad, esta es la intención de las peñas de mozos. A las seis y media de la tarde del sábado día 30, en la plaza de toros de Pamplona, comenzará un gran festival de música, deporte rural vasco y vaquillas, organizado por la comisión de fiestas y la ikastola Arturo Campion. Ese mismo día, en la sede de la peña Muthiko Alaiak, se presentará la madrina de las peñas de Pamplona, después de asistir a una misa en la capilla de San Fermín, primer acto oficial de las prefiestas.«Es nuestro objetivo firme y concreto», han declarado las peñas, «que las fiestas de San Fermín del año 1979 sean una recuperación de las mismas en todos los aspectos y que se celebren en un único ambiente de unidad y solidaridad festivas.» Para las peñas, que han sido el motor de la fiesta popular, callejera y espontánea, el secreto de los próximos sanfermines es sencillo: disfrutar durante las veinticuatro horas de los diez días de fiestas.
Alcalde de Pamplona: olvidarse del año pasado
El alcalde de Pamplona, el socialista Julián Balduz, comparte un criterio similar. «El tema de los sanfermines se está dramatizando absurda e innecesariamente, y creo que no hay por qué acordarse del día 8 de julio de 1978. El pueblo necesita fiestas después de trabajar durante 365 días al año. Los sanfermines son la expresión de un pueblo en donde ha habido extralimitaciones, pero sin desmadrarse y de una manera sana: es lo normal en una fiesta en donde el vino corre en abundancia.»
«Yo soy navarro», señala el señor Balduz, «y, como tal, sé lo que suponen los sanfermines para todos nosotros; antes, cuando se vivía en una sociedad rural, las fiestas eran la única salida para cambiar el escenario y salir de la rutina. Ahora, en una sociedad como la nuestra, en crisis, quizá sea interesante volver a encontrar ese descanso de la fiesta popular. Pienso que no debemos estar preocupados y creo que toda la gente responderá de forma total, a no ser que haya una estrategia de la provocación, y en ese juego el alcalde no entra.»
La hostelería piensa en un lleno
El sector hostelero, que habitualmente hacía su agosto en julio, se encontró el año pasado con unas cifras de pérdidas muy elevadas, a causa de la suspensión de las fiestas. A pesar del recelo -que todavía pesa como una losa en algunos empresarios de hostelería-, todo parece indicar que los sanfermines 79 van a ser rentables para el sector.
De momento se ha producido un hecho importante: trabajadores y empresarios firmaron en la mañana del martes el convenio para este año, lo que garantizará, de entrada, que él servicio de hoteles, hostales, restaurantes, cafeterías y bares sea tan normal como de costumbre. Lo que no pudo ser en las fiestas de Valencia, en Las Palmas o Torremolinos ya es una realidad en Pamplona. Los representantes de los trabajadores han aportado su grano de arena para que todo esté a punto el día 6 de julio.
«Los servicios durante los sanfermines estarán atendidos correctamente, como lo han sido todos los años», señalaban varios directivos de la Agrupación de Empresarios de Hostelería de Navarra. «Nuestro sector va a estar a la altura de siempre en las fiestas de San Fermín.»
Pero ¿qué pasa con los hoteles? ¿Están a tope, como en otros años? «Los hosteleros creemos que para el comienzo de las fiestas los hoteles estarán completos, a tope. Hasta ahora, siempre han sobrado clientes», comentan los empresarios, «que, al final, han tenido que recurrir a casas particulares; nosotros esperamos que las fiestas recuperen el nivel que han tenido y vayan a más. Del éxito de estos sanfermines puede depender lo que ocurra en años sucesivos. Pero si, como esperamos, se celebran normalmente, se llenará todo hasta la bandera.»
A su vez, las agencias de viajes trabajan con normalidad de cara a las fiestas, si bien es un hecho que este año -siguiendo un proceso iniciado hace cuatro- habrá más gente de Pamplona que se irá de vacaciones durante las fiestas.
«Desde hace varios años se nota una cierta tendencia entre algunos pampioneses para aprovechar los diez días de los sanfermines e irse a la playa o al extranjero», indicaron a EL PAÍS en una agencia de viajes. «Este año la tónica ha seguido, la línea ascendente, pero bajo ningún concepto se puede hablar de un éxodo. Unos se van de su ciudad, pero, a cambio, vienen a Pamplona turistas de todo el mundo. Nosotros estamos recibiendo peticiones para alojamientos todos los días.»
El papel de la Policía Municipal
Si algo preocupa en Pamplona durante estos días es saber quién va a controlar la calle durante las fiestas, después de las peticiones que desde algunos sectores se hicieron al Ayuntamiento para que fuera la Policía Municipal quien se encargase de esta función. El alcal
El "chupinazo es esperado con un solo slogan": "¡Viva San Fermín!"
de tiene varios proyectos sobre el tema.«Yo solicité al jefe de la Policía Municipal», aclara el señor Balduz, «un informe sobre esta cuestión, para conocer exhaustivamente el problema. La Policía Municipal me entregó un amplio escrito en el que se indica que el principal escollo` es el control del encierro, que habitualmente lo venía haciendo la Policía Nacional, ya que nuestros municipales no querían intervenir en esa cuestión. Comoquiera que la Policía Municipal de Pamplona no puede cubrir las necesidades del encierro, esto me movió a pedir ayuda a otros alcaldes, encontrando una buena acogida en el de Zaragoza, Ramón Sainz de Baranda. Ahora estamos pendientes de concretar más el tema. Aunque con cincuenta o sesenta policías sería suficiente. Si esto se soluciona», añade, «yo tengo previsto hablar con el gobernador civil de Navarra para comentarle que la presencia de la Policía Nacional durante los sanfermines podría molestar a una parte de la población y tratar de buscarle una solución. Creo que la fórmula podría ser que el gobernador aleje o separe a la Policía Nacional de la ciudad y que sea la propia Policía Municipal la que se encargue, con la ayuda de los refuerzos que consigamos, del orden ciudadano. No hay que exagerar con lo del orden público, porque los sanfermines de este año van a ser tan normales como los de siempre, y lo mejor para que esto funcione es demostrar que se es pamplonés durante los sanfermines. No antes o después.»
Las peñas: "Brazos abiertos para el que venga a divertirse"
Este tema, para algunos tabú, también ha encontrado su eco en las peñas de mozos de Pamplona. Si el año pasado pudo haber un protagonismo político por su parte, para el San Fermín 79 lo importante es la fiesta. «Ante los diversos rumores, comentarios y convocatorias que están apareciendo por diferentes puntos», ha manifestado un portavoz de las peñas, «queremos expresar nuestro más enérgico rechazo y dejar bien patente que vamos a impedir a todo trance la intromisión en las fiestas de todo aquel que pretenda alterarlas o que pueda desvirtuar el objetivo de las mismas. Convocamos a que este objetivo sea asumido por todo el pueblo de Pamplona, ya que es a todos los pamploneses a quienes afecta directamente. Asimismo, sabremos recibir con los brazos abiertos a todo aquel que venga con el ánimo de divertirse y derrochar juerga y buen humor. A todo el pueblo de Pamplona invitamos a que en estas fechas presanfermineras y a lo largo de todos los sanfermines nos unamos en un solo grito: "Viva San Fermín".»
Para darle más aliciente a la fiesta, los días 9, 11 y 13 de julio, la comisión de peñas ha previsto encierros para los chavales -los txhikis- desde la mitad de la calle de la Estafeta hasta la plaza de toros, con novillos. Los miniencierros comenzarían sobre las ocho y media de la mañana, una vez que hubieran finalizado las vaquillas que se sueltan en la plaza de toros al acabar el encierro. El servicio de orden estará formado por miembros de las peñas, y todos están convencidos de que la innovación resultará un éxito.
A su vez, la salida de las peñas desde la plaza de toros, después de finalizar la corrida, tendrá sus variantes.
Las peñas, que se dividirán en tres grupos, harán recorridos distintos: el tradicional, por el paseo de Sarasate, y dos nuevos, uno por la calle de la Estafeta y otro por la plaza del Castillo. De esta forma, el espectáculo de la salida de las peñas se repartirá por el casco viejo de Pamplona dando todavía más posibilidades de participar en la fiesta y la diversión.
Buen cartel taurino
Y para que todo esté completo, incluso el cartel taurino de los sanfermines tiene sus alicientes. «Teniendo en cuenta que ésta es una feria larga», comenta Enrique Estremad, Don Blas, decano de la crítica taurina de Pamplona, «están todas las figuras, excepto Paquirri, que no ha venido, porque ha decidido descansar este año. Y esto es importante, porque ésta es una feria en la que hay que tragar paquete, ya que aquí vienen los toros-toros. En cuanto a las ganaderías, también están todas, ya que la tan discutida de Victoriano Martín no ha venido porque la Casa de Misericordia no ha pasado por el aro en la cuestión económica. Vamos a ver toros de la flor y nata de las ganaderías. El aficionado taurino puede tener la completa garantía de que en estos sanfermines va a ver toro. Porque aquí es donde se rinde de verdad culto al toro, Esta es una feria seria. No vamos a descubrir ahora los sanfermines ni la fuerza que tienen a nivel normal. Pero estoy seguro que este año serán un rotundo éxito.»
Todo está preparado, a punto, y sólo falta que den las doce del mediodía del próximo 6 de julio para que Pamplona se transforme en la capital mundial de la fiesta, la alegría, la juerga y el humor.
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