Fernando Abril se dedicará "por completo" a la economía
Directivos de la CEOE y el vicepresidente Abril Martorell mantuvieron ayer una discusión de unas siete horas, a lo largo de la cual pasaron revista a la situación económica a nivel general y sectorial. El señor Abril asumió tres compromisos básicos a lo largo de sus intervenciones. El primero implica tener aprobado el Plan Energético antes de septiembre. El segundo, aprobar en ese mismo mes el nuevo marco de relaciones laborales. El tercero pretende reducir los costes financieros antes de fin de año.
La reunión, novedosa en su desarrollo, supone un relanzamiento del señor Abril después de unas semanas de discreción y aparente apartamiento del poder político. En uno de sus parlamentos de ayer ante los empresarios señaló, con una cierta sonrisa en su rostro, según un asistente, que pretendía dedicarse íntegramente a los temas económicos, sin implicarse en los políticos, como ha sido habitual hasta estos momentos. El señor Abril asistió en solitario a la reunión y fue la única voz oficial del Gobierno en la misma.Carlos Ferrer, presidente de la CEOE, señaló al mediodía que el señor Abril había intervenido «rápida y concentradamente durante hora y media». El vicepresidente señaló que «parece razonable proceder a una revisión del cuadro macroeconómico y de sus objetivos de política, en términos similares a lo realizado por otros países». Dijo que en breve se constituirá el Consejo General de la Seguridad Social, con participación de sindicatos y patronal. Destacó que se ha producido una desviación al alza en el gasto de la Seguridad Social, del orden de 170.000 millones, no compensada suficientemente por unos mayores ingresos de los previstos.
Revisión salarial
Con respecto a la entrada en vigor de la cláusula de salvaguardia en cuanto al control de salarios establecido en el decreto de diciembre, el señor Abril recomendó a los presentes releer el Boletín Oficial.
En ningún caso, dijo, se puede hablar de renegociar los convenios en el supuesto de que los precios suban más del 6,5% al cerrar el primer semestre. Lo que puede ocurrir es que no pase nada o que el Gobierno recomiende una revisión salarial en aquellos casos en que no se superara el 13 % de aumento y por el doble de la cuantía en que se incrementen los precios al cerrar junio. Insistió en señalar que esto no supone una renegociación de los convenios. El decreto de diciembre, llamado decreto Abril, dice en este punto: «El criterio salarial de referencia establecido en el artículo 1 (aumentos del 13 %, con una banda de oscilación del 11% al 14 %)podrá revisarse por el Gobierno a partir del 30 de junio si el incremento del índice de precios al consumo en junio supera respecto a diciembre el 6,5%, salvo que estos aumentos tengan su origen como consecuencia de excepcionales circunstancias agrícolas o variaciones significativas del tipo de cambio de la peseta.»
Este es el texto en cuestión que parece que va a concentrar todo el interés de las fuerzas sociales y de la clase política en las primeras semanas de julio.
A lo largo de las respuestas a las intervenciones sectoriales de distintos miembros de la directiva de la CEOE, el señor Abril manifestó su voluntad de mantener conversaciones a nivel sectorial con representantes empresariales. Con carácter inmediato se convocará al metal y a la construcción, como sectores que pasan por especiales dificultades y que son claves para la economía nacional. Indicó también el señor Abril que pretende mantener múltiples cambios de impresiones con los empresarios (y otras fuerzas sociales si lo quieren, dijo) para conocer sus puntos de vista.
En la sesión de la tarde se mantuvieron las intervenciones sectoriales. Tuvo especial apasionamiento el tema financiero, planteado por el presidente de la patronal bancaria y respondido en tono similar por Fernando Abril. Aquél señaló que con la actual estructura de costes del pasivo y de transformación del dinero, así como las servidumbres de los coeficientes, no es posible rebajar el coste del crédito. El señor Abril replicó que antes de que acabe el año hay que bajar los tipos de interés del crédito en dos puntos y que en ese sentido convocaría inmediatamente a los banqueros para encontrar soluciones. De momento, la única posibilidad para conseguir este objetivo, en el que el Gobierno parece empeñado, parece ser el establecimiento de tarifas de cobro de los servicios bancarios (domicillación de recibos, uso de talonarios, etcétera), que supondría nuevos ingresos para la banca y compensaría la pérdida por la reducción de diferenciales en el crédito.
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