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La pareja y la civilización en el cine de Ferreri

Estreno de "El semen del hombre"

A través de sus dieciocho películas Marco Ferreri se ha convertido en uno de los creadores más interesantes del cine italiano, su obra de una de las visiones más personales y pesimistas de la sociedad contemporánea. En El semen del hombre (1969), que acaba de estrenarse en Madrid, aparece por primera vez en su obra con claridad la problemática de la pareja que anteriormente sólo se mostraba de forma tímida y con posterioridad se convierte en el punto en torno al cual giran sus más importantes películas. De aquí el interés de El semen del hombre, que es algo así como el boceto de Adiós al macho (1977), la última película de Ferreri.

Después de una mínima actividad profesional en el cine italiano, en 1958 llega Ferreri a España para vender lentes de cinemascope. Conoce casualmente a Rafael Azcona, entonces un desconocido humorista, y adapta una novela del español que da origen a El pisito (1958), donde, de forma rudimentaria, se encuentran los temas sobre la convivencia que posteriormente desarrollan en estrecha colaboración. La mejor de sus tres películas es El cochecito (1960), obra maestra del humor negro y una de las mejores películas hechas en nuestro país. A través de una mínima anécdota, acumulando situaciones que se desarrollan en un segundo plano consigue una clara visión de la clase media de la época.Ferreri vuelve a Italia y hace, también en colaboración con Azcona, La peregina (1963), farsa demasiado repetitiva sobre el matrimonio católico, que tiene dificultades con censura, y La donna scimmia ( 1963), obra de gran perfección que cuenta la explotación de una mujer barbuda y que se exhibe con un final menos cruel que el original por imposición del productor, ambas dentro del más característico humor negro. L'uomo dai cinque palloni (1964) es la primera de sus películas que se centra en la visión pesimista de la sociedad, que siempre había aparecido como fondo, pero el productor la reduce a uno de los skechts de Oggi, domani, dopodomani (1966), y sólo se exhibe entera años después en algunos países, como Francia, con el titulo Break-up (1968).

Con Dillinger ha muerto (1968) comienza lo que podía denominarse segunda etapa de la obra de Ferreri; en la medida en que desaparece el humor negro, estudia la soledad del hombre como consecuencia del absurdo de la sociedad en que vive, y Ferreri ejerce un control total sobre sus películas, de forma que no vuelven a ser distorsionadas por los productores.

El semen del hombre analiza, como Adiós al macho, el comportamiento de una pareja ante un hijo y una civilización al borde de la desaparición. Londres arde, el Vaticano ha quedado reducido a escombros, una guerra amenaza con el fin del mundo. Una pareja de supervivientes, Cino y Dora, se refugia en una casa de verano en una playa. Cino trata de reconstruir el mundo que está a punto de desaparecer y recoge y ordena objetos, plantas y libros, al tiempo que también intenta tener un hijo, pero Dora se niega y tiene que recurrir al engaño, lo que origina la catástrofe. Con menos medios que Adiós al macho, sin Nueva York y sin King-Kong, pero con una playa desierta decorada con un inmenso esqueleto de ballena, El semen del hombre plantea una reflexión similar sobre la inutilidad de las actividades del hombre y sobre sus dificultades de comunicación.

Posteriormente Ferreri prosigue sus consideraciones sobre la pareja en La cagna (1971), La última mujer (1975), que plantea la castración como forma de convivencia de la pareja, y la citada Adiós al macho, que como única solución posible invoca a ese hijo, siempre tan debatido.

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