Los socialistas italianos denuncian presiones de la DC

«Tengo la impresión de que las fuerzas políticas trabajan en pro de la ingobernabilidad de Italia», afirmó ayer el secretario general del Partido Socialista italiano, Bettino Craxi, quien denunció indirectamente a la Democracia Cristiana de estar presionando a su partido y le conminó a que la próxima semana haga propuestas claras sobre el futuro Gobierno.«Las presiones directas e indirectas, con fines antagónicos, que reciben los socialistas están asumiendo la forma de una provocación», dijo Craxi en una rueda de prensa celebrada en Roma para presentar sus candidatos y su programa para las elecciones europeas que en Italia se celebrarán el domingo.

«No se puede abusar de nuestra responsabilidad para colocarnos en una posición ilógica, sobre todo después de que el actual Gobierno no ha conseguido la mayoría parlamentaria, como pretendía», concluyó Craxi.

Esta salida de Craxi ha sido interpretada en los medios políticos como reflejo de la difícil posición de fiel de la balanza en que se ha colocado el Partido Socialista, tras las elecciones, situación incómoda para Craxi ante los apremios a que se ve sometido desde la derecha y la izquierda.

En medios de la Democracia Cristiana no tomaron demasiado en cuenta, por ahora, la «consideración» de Craxi y devolvieron las veladas acusaciones del líder socialista.

Preguntado sobre su postura acerca de la incorporación de España a la CEE, Craxi afirmó que su partido siempre ha sido favorable a la ampliación. Señaló que «el destino de Europa no puede depender de una botella de vino o de leche», como para establecer que en el período de negociación y de transición existen criterios no economicistas o aduaneros con los que afrontarla ampliación de la CEE.